Querido hijo...

A los que parezcan más débiles que tú respétalos por encima del resto. Aporta tu grano de arena para que cada día sean más iguales. No los humilles jamás porque cada uno de nosotros somos poseedores de muchas debilidades que nos harán siempre frágiles ante el resto.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29