Somos ese país en el que sus ciudadanos, esa inmensa mayoría,  nos alegramos de los males que nos ocurre sin parar a pensar en que repercuten directamente en nosotros. 
Nos cuesta unirnos en proyectos comunes y cuando alguno sale mal, inmediatamente, en vez de consolar, apoyar y tratar de sumar, arremetemos, reprochamos y ridiculizamos hasta humillar. Así somos, así nos va y, lo que es peor, así nos irá.

Comentarios

  1. Lo que dices, no entra en definiciones ya pudieran ser optimistas o pesimistas, sino realistas porque la realidad de lo que dices sobre este tema es la verdad de lo que continuará ocurriendo, si los motivos por los que pasas en esos renglones tus pensamientos, no cambian.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29