146.7.13. Si difamas a alguien con ánimo de dañarle, o incluso destruirle, nunca debes olvidar que son muchos más los que comparten la verdad que siempre será capaz de hundirte en tu propia pestilencia.

Comentarios

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30