131.6.13

131.6.13. La moral no puede ser impuesta por reglas o mandamientos. La moral debemos imponernosla cada uno de nosotros a través del conocimiento.

Comentarios

  1. En una de tus reflexiones escrita, decías: < No sé si el odio hace más o menos valientes a las personas. Ellos lo sabrán, yo no he odiado nunca >.
    ‘CAMBIAR EL PENSAMIENTO Y DEJAR A DIOS LO QUE ES DE DIOS’: Porque mira por qué, Jose, tu escrito señalado en días anteriores me hizo reflexionar. No sé cómo es el odio porque nunca lo he sentido; más si ello es desear a alguien algún mal, yo no lo he sentido si es porque existen casos por los cuales te sientes mal —entornos políticos que te dañan la moral; desengaños personales que duelen; Parte de políticos que han y están engañando al ciudadano cuando tenemos conciencia de que es a costa de nuestra sacrificio; Los casos, como los de Marta del Castillo, el de Bretón… ect. que todos conocemos— y piensas y deseas tengan su merecido. Pero cuidado tendré porque me has hecho pensar y ahora quedaré en lo sucesivo más tranquilo. Dejaré para Dios lo que es de Dios y para conseguir aparcar mis deseos humanamente comprensibles, lo que haré será cambiar de pensamiento cuando tales deseos me invadan. No obstante y a pesar de todo, sé que en mí no tiene cabida el odio y aún pienso que el que odia no hace dañar a la persona odiada y sí se daña a sí mismo, porque ello es un mal y tiene que doler a quien lo experimenta.
    No sé si es sentir odio querer la cárcel para un asesino; No sé si… etc., pero por si fuese así ‘Cambiaré ya y siempre mi pensamiento y dejaré a Dios lo que es de Dios’.
    Gracias Jose, porque sintiendo como tú, además, me has hecho meditar.

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  2. … Continuación: No juzgar a nuestros semejantes y dejemos a los jueces hacerlo —allá ellos—, aunque yo pienso que La Justicia solo está en los cielos y por ello dejemos a Él lo que de Él es.

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