En una de tus reflexiones escrita, decías: < No sé si el odio hace más o menos valientes a las personas. Ellos lo sabrán, yo no he odiado nunca >. ‘CAMBIAR EL PENSAMIENTO Y DEJAR A DIOS LO QUE ES DE DIOS’: Porque mira por qué, Jose, tu escrito señalado en días anteriores me hizo reflexionar. No sé cómo es el odio porque nunca lo he sentido; más si ello es desear a alguien algún mal, yo no lo he sentido si es porque existen casos por los cuales te sientes mal —entornos políticos que te dañan la moral; desengaños personales que duelen; Parte de políticos que han y están engañando al ciudadano cuando tenemos conciencia de que es a costa de nuestra sacrificio; Los casos, como los de Marta del Castillo, el de Bretón… ect. que todos conocemos— y piensas y deseas tengan su merecido. Pero cuidado tendré porque me has hecho pensar y ahora quedaré en lo sucesivo más tranquilo. Dejaré para Dios lo que es de Dios y para conseguir aparcar mis deseos humanamente comprensibles, lo que haré será cambiar de pensamiento cuando tales deseos me invadan. No obstante y a pesar de todo, sé que en mí no tiene cabida el odio y aún pienso que el que odia no hace dañar a la persona odiada y sí se daña a sí mismo, porque ello es un mal y tiene que doler a quien lo experimenta. No sé si es sentir odio querer la cárcel para un asesino; No sé si… etc., pero por si fuese así ‘Cambiaré ya y siempre mi pensamiento y dejaré a Dios lo que es de Dios’. Gracias Jose, porque sintiendo como tú, además, me has hecho meditar.
… Continuación: No juzgar a nuestros semejantes y dejemos a los jueces hacerlo —allá ellos—, aunque yo pienso que La Justicia solo está en los cielos y por ello dejemos a Él lo que de Él es.
Åvinu shêbashåmaím, yithqadesh Shimkhå, Tåvo Malkhuthkhå, ye'åsê Retsonkhå kevashamaím ken bå'årêts. Êth lêkhêm khuqenu ten lånu hayom. Uslakh lånu 'al khatå'eynu kefí shêsolkhím gam anakhnu lakhotím lånu. Vë'al tëvi'enu lidey nisåyon, ki 'im khaltsenu min hårå. Ki lëkhå HaMamlåkhåh, HaGvuråh vëHaTif'êrêth lë'olmey 'olåmím. Åmen. El Padre Nuestro es una de las Oraciones más bellas que existen. Eso pienso. Me he interesado últimamente en buscar por ahí la Oración en hebreo. No es fácil y estoy encontrando algunas diferencias entre unos y otros. Aunque por aquí dejo algunos ejemplos , me gustaría, si alguién tiene a bien, recibir sugerencias del auténtico Padre Nuestro en len gua hebrea. Es posible que sea alguno de éstos, pero tengo mis dudas. (la transliteración se lee de izquierda a derecha) Abienu shebashamayim yitkadesh shimcha, tabo malchutecha, yease retsoncha ba’aretz kebashamayim . Ten lanu et lechem yoman, uslach lanu al chataeinu, kefi
Un poemario es un conjunto o colección de poemas : los tuyos. Si llevas tiempo escribiendo poesía, te habrás planteado alguna vez la necesidad de reunir algunos de tus poemas, bien para conservarlos de una manera ordenada, para enviarlos a una editorial, dárselos a leer a algún amigo o participar en un recital. Un poemario debe tener una estructura conjunta que realce cada poema, de manera que cada pieza destaque por sí misma y, al tiempo, forme parte armónica de una totalidad. Elegir el orden adecuado de un poemario es una tarea delicada. Sin embargo, te damos algunas opciones sencillas que puedes probar. 1. Mejores poemas. Se tata de una selección de los poemas más inspirados en la que, además, las mejores piezas se sitúan primero. Es decir, los poemas se ordenan secuencialmente de “mejor” poema a poema “menos bueno”. Este es un orden que gusta a muchos poetas, porque les permite marcar sus preferencias dentro de su producción y promete una buena primera impresión
M/25.L Despiertas mientras llueve, en Minaya. Tomaste la decisión de quedarte a pasar el domingo y ahora tendrás que viajar con lluvia, algo que no te gusta nada. Conduces en tensión. La vista te va fallando y en cuanto las condiciones climáticas no son las adecuadas prefieres no viajar en coche. No nos fiemos de aquellos que solo se dedican a hablar de los demás y crear tensiones absurdas. Quien no actúa con honestidad y coherencia siempre será un mentiroso agresivo. Siempre están los que suman y otros que solo restan. Habéis viajado lloviendo. De Minaya a Valdemoro ni un solo tramo sin esa lluvia, que por cierto tanto agradecen los campos. El limpiaparabrisas de un lado a otro, hipnótico, tratando de dejar el cristal sin agua para que puedas ver una carretera con más camiones de lo habitual, lunes, día de trabajo. Vuelves de la casa del pueblo, como siempre te traes atrapados, contigo, esos momentos que son tuyos; momentos que se amontonan en la balanza de lo positivo y feli
Sólo hay un secreto en la vida: la ilusión. Ilusionarse con lo que sea, tener algún reto o meta, proyectos y pasiones que nos despierten cada día sonriendo, ya sean en el ámbito profesional o el personal. Y así cada día.
No conozco a hombre perfecto y, si dice serlo, el mero hecho ya demostraría su imperfección. Por eso me quedo siempre con las buenas acciones que hacemos desde nuestra imperfección. Y de los errores, el hecho de corregir ya es una maravillosa acción.
En una de tus reflexiones escrita, decías: < No sé si el odio hace más o menos valientes a las personas. Ellos lo sabrán, yo no he odiado nunca >.
ResponderEliminar‘CAMBIAR EL PENSAMIENTO Y DEJAR A DIOS LO QUE ES DE DIOS’: Porque mira por qué, Jose, tu escrito señalado en días anteriores me hizo reflexionar. No sé cómo es el odio porque nunca lo he sentido; más si ello es desear a alguien algún mal, yo no lo he sentido si es porque existen casos por los cuales te sientes mal —entornos políticos que te dañan la moral; desengaños personales que duelen; Parte de políticos que han y están engañando al ciudadano cuando tenemos conciencia de que es a costa de nuestra sacrificio; Los casos, como los de Marta del Castillo, el de Bretón… ect. que todos conocemos— y piensas y deseas tengan su merecido. Pero cuidado tendré porque me has hecho pensar y ahora quedaré en lo sucesivo más tranquilo. Dejaré para Dios lo que es de Dios y para conseguir aparcar mis deseos humanamente comprensibles, lo que haré será cambiar de pensamiento cuando tales deseos me invadan. No obstante y a pesar de todo, sé que en mí no tiene cabida el odio y aún pienso que el que odia no hace dañar a la persona odiada y sí se daña a sí mismo, porque ello es un mal y tiene que doler a quien lo experimenta.
No sé si es sentir odio querer la cárcel para un asesino; No sé si… etc., pero por si fuese así ‘Cambiaré ya y siempre mi pensamiento y dejaré a Dios lo que es de Dios’.
Gracias Jose, porque sintiendo como tú, además, me has hecho meditar.
… Continuación: No juzgar a nuestros semejantes y dejemos a los jueces hacerlo —allá ellos—, aunque yo pienso que La Justicia solo está en los cielos y por ello dejemos a Él lo que de Él es.
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