“Habemus Papam” “Tenemos Papa”, Jorge Mario Bergoglio —argentino, Jesuita— que se hará llamar ‘Francisco I’. Ya le hemos visto por medio de la televisión. Mi opinión al respecto: Me encanta tener ya al nuevo Papa; Me encanta que sea Hispanoamericano; Me encanta que sea Jesuita. Y me alegra saber que Benedicto XVI está gozoso cumpliendo con su deber en lugar de descanso para la oración.
Sin voluntad no conseguimos hacer lo que anteriormente pensamos, pero si esta se mide por su fortaleza, ¿qué ocurre cuando se quiere, cuando se es dueño de tal voluntad y al llegar el momento de tener que haber conseguido lo anteriormente propuesto, no se ha hecho? ¿Cambia pues la voluntad según circunstancias?. ¿Habrá entonces que fortalecer el pensamiento.?
Hoy he sabido que Jorge Mario Bergoglio, no se hará llamar Francisco I, sino simplemente Francisco y es que sería Francisco I cuando llegase un Francisco II. Simple y curioso, pero ajeno estaba a ello.
Åvinu shêbashåmaím, yithqadesh Shimkhå, Tåvo Malkhuthkhå, ye'åsê Retsonkhå kevashamaím ken bå'årêts. Êth lêkhêm khuqenu ten lånu hayom. Uslakh lånu 'al khatå'eynu kefí shêsolkhím gam anakhnu lakhotím lånu. Vë'al tëvi'enu lidey nisåyon, ki 'im khaltsenu min hårå. Ki lëkhå HaMamlåkhåh, HaGvuråh vëHaTif'êrêth lë'olmey 'olåmím. Åmen. El Padre Nuestro es una de las Oraciones más bellas que existen. Eso pienso. Me he interesado últimamente en buscar por ahí la Oración en hebreo. No es fácil y estoy encontrando algunas diferencias entre unos y otros. Aunque por aquí dejo algunos ejemplos , me gustaría, si alguién tiene a bien, recibir sugerencias del auténtico Padre Nuestro en len gua hebrea. Es posible que sea alguno de éstos, pero tengo mis dudas. (la transliteración se lee de izquierda a derecha) Abienu shebashamayim yitkadesh shimcha, tabo malchutecha, yease retsoncha ba’aretz kebashamayim . Ten lanu et lechem yoman, uslach lanu al chataeinu, kefi ...
El mayor bien que poseemos es la salud, solo nos damos cuenta cuando nos falla. Para tener salud, irremediablemente, hay que cuidarse. No hacer tanto el imbécil, de manera innecesaria. Ya no somos críos.
Comienzo una serie de post en los que recopilaré alguna información sobre símbolos que siempre me han interesado y que tienen algún significado para mi. Voy a comenzar con ese símbolo del ojo en el triángulo equilátero, El Ojo que todo lo Ve . Un símbolo que se encuentra en muchas culturas pero, sobre todo, es un símbolo utilizado por la tradición cristiana y por la masonería. El lugar más común para verlo es en el billete de dólar americano, en algunas catedrales del medievo y en las fachadas de los grandes templos masónicos. El triángulo equilátero, debido a su regularidad y sus tres lados iguales, se le considera como símbolo de la Trinidad: Tres lados perfectos unidos en un sólo propósito; y por otro lado, el círculo en el cual está inscrito es universalmente considerado como un símbolo de eternidad y perfección, un elemento que no tiene principio ni fin, por lo cual una posible interpretación de la representación completa es que es un símbolo de la visión de la Divini...
“Habemus Papam”
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Ya le hemos visto por medio de la televisión. Mi opinión al respecto: Me encanta tener ya al nuevo Papa; Me encanta que sea Hispanoamericano; Me encanta que sea Jesuita. Y me alegra saber que Benedicto XVI está gozoso cumpliendo con su deber en lugar de descanso para la oración.
Sin voluntad no conseguimos hacer lo que anteriormente pensamos, pero si esta se mide por su fortaleza, ¿qué ocurre cuando se quiere, cuando se es dueño de tal voluntad y al llegar el momento de tener que haber conseguido lo anteriormente propuesto, no se ha hecho? ¿Cambia pues la voluntad según circunstancias?. ¿Habrá entonces que fortalecer el pensamiento.?
ResponderEliminarHoy he sabido que Jorge Mario Bergoglio, no se hará llamar Francisco I, sino simplemente Francisco y es que sería Francisco I cuando llegase un Francisco II.
ResponderEliminarSimple y curioso, pero ajeno estaba a ello.