Reflexiones, suspiros, vómitos, anotaciones en mi MOLESKINE y demás averías y desvaríos poéticos, filosóficos, espirituales y políticos.
Dice la Biblia que...
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"No te inquietes por lo que te sobrepasa, pues lo que has visto ya es demasiado para ti. Muchos se han dejado engañar por sus propias ideas, y falsos pensamientos han desequilibrado su mente." (Eclesiástico 3, 23-24)
Es imprescindible la fe. ¿Quién va en busca de un destino en el cual no cree?. Los hay quienes por ese motivo no aceptan iniciar el camino. ; Ahora bien, el que tiene fe obra. Resumiendo: No hay salvación para el que no cree, salvo los que por medio de otras creencias concluyen al final en el mismo destino. Estos llevan también consigo el buen corazón. La remisión de pecados ya se cumplió, exclusivamente hay que añadir su reconocimiento y la aceptación de aquel perdón que a todos se nos dio.
Me detengo en la parte del pasaje: < …Muchos se han dejado engañar por sus propias ideas, y falsos pensamiento han desequilibrado su mente> (Eclesiástico 3, 23-24) Hasta tal punto lo pienso, que si Jesucristo volviera de la misma manera que lo hizo en sus días, los hechos se repetirían y sería nuevamente crucificado. Aquel mundo continúa estando en el presente. El mal sigue luchando por el triunfo y el bien por su propia defensa.
¿Tiene derecho a la vida el ‘Mal’, de la misma manera que entendemos tiene derecho a la vida el ‘Bien’? Si el ‘Bien’ está adherido a la esencia de la vida, ¿De dónde parte el nacimiento del ‘Mal’ y en qué se sustentó para, en su momento, iniciar la existencia? ¿¡Querer ser cómo…!? El bien y el mal existen y son fenómenos manifiestos que van adheridos respectivamente a los conceptos de la vida y de la muerte. Sólo saliendo de nuestro particular mundo, que es jaula que encierra nuestro límite del pensamiento, se puede ir más allá de comprender el origen de tales cosas. El hombre, mientras lo sea en este mundo no tendrá opción a ver más allá de tan aparente simple cuestión. -De mis pensares-
Åvinu shêbashåmaím, yithqadesh Shimkhå, Tåvo Malkhuthkhå, ye'åsê Retsonkhå kevashamaím ken bå'årêts. Êth lêkhêm khuqenu ten lånu hayom. Uslakh lånu 'al khatå'eynu kefí shêsolkhím gam anakhnu lakhotím lånu. Vë'al tëvi'enu lidey nisåyon, ki 'im khaltsenu min hårå. Ki lëkhå HaMamlåkhåh, HaGvuråh vëHaTif'êrêth lë'olmey 'olåmím. Åmen. El Padre Nuestro es una de las Oraciones más bellas que existen. Eso pienso. Me he interesado últimamente en buscar por ahí la Oración en hebreo. No es fácil y estoy encontrando algunas diferencias entre unos y otros. Aunque por aquí dejo algunos ejemplos , me gustaría, si alguién tiene a bien, recibir sugerencias del auténtico Padre Nuestro en len gua hebrea. Es posible que sea alguno de éstos, pero tengo mis dudas. (la transliteración se lee de izquierda a derecha) Abienu shebashamayim yitkadesh shimcha, tabo malchutecha, yease retsoncha ba’aretz kebashamayim . Ten lanu et lechem yoman, uslach lanu al chataeinu, kefi ...
Comienzo una serie de post en los que recopilaré alguna información sobre símbolos que siempre me han interesado y que tienen algún significado para mi. Voy a comenzar con ese símbolo del ojo en el triángulo equilátero, El Ojo que todo lo Ve . Un símbolo que se encuentra en muchas culturas pero, sobre todo, es un símbolo utilizado por la tradición cristiana y por la masonería. El lugar más común para verlo es en el billete de dólar americano, en algunas catedrales del medievo y en las fachadas de los grandes templos masónicos. El triángulo equilátero, debido a su regularidad y sus tres lados iguales, se le considera como símbolo de la Trinidad: Tres lados perfectos unidos en un sólo propósito; y por otro lado, el círculo en el cual está inscrito es universalmente considerado como un símbolo de eternidad y perfección, un elemento que no tiene principio ni fin, por lo cual una posible interpretación de la representación completa es que es un símbolo de la visión de la Divini...
Un poemario es un conjunto o colección de poemas : los tuyos. Si llevas tiempo escribiendo poesía, te habrás planteado alguna vez la necesidad de reunir algunos de tus poemas, bien para conservarlos de una manera ordenada, para enviarlos a una editorial, dárselos a leer a algún amigo o participar en un recital. Un poemario debe tener una estructura conjunta que realce cada poema, de manera que cada pieza destaque por sí misma y, al tiempo, forme parte armónica de una totalidad. Elegir el orden adecuado de un poemario es una tarea delicada. Sin embargo, te damos algunas opciones sencillas que puedes probar. 1. Mejores poemas. Se tata de una selección de los poemas más inspirados en la que, además, las mejores piezas se sitúan primero. Es decir, los poemas se ordenan secuencialmente de “mejor” poema a poema “menos bueno”. Este es un orden que gusta a muchos poetas, porque les permite marcar sus preferencias dentro de su producción y promete una buena primera impresión ...
No soy elegante en el vestir, o sí, pero lo que sí soy elegante es en el agradecer. Dar las gracias me parece el mejor símbolo de educación y, también, de elegancia.
Es imprescindible la fe. ¿Quién va en busca de un destino en el cual no cree?. Los hay quienes por ese motivo no aceptan iniciar el camino. ; Ahora bien, el que tiene fe obra. Resumiendo: No hay salvación para el que no cree, salvo los que por medio de otras creencias concluyen al final en el mismo destino. Estos llevan también consigo el buen corazón. La remisión de pecados ya se cumplió, exclusivamente hay que añadir su reconocimiento y la aceptación de aquel perdón que a todos se nos dio.
ResponderEliminarMe detengo en la parte del pasaje: < …Muchos se han dejado engañar por sus propias ideas, y falsos pensamiento han desequilibrado su mente> (Eclesiástico 3, 23-24)
ResponderEliminarHasta tal punto lo pienso, que si Jesucristo volviera de la misma manera que lo hizo en sus días, los hechos se repetirían y sería nuevamente crucificado. Aquel mundo continúa estando en el presente. El mal sigue luchando por el triunfo y el bien por su propia defensa.
¿Tiene derecho a la vida el ‘Mal’, de la misma manera que entendemos tiene derecho a la vida el ‘Bien’? Si el ‘Bien’ está adherido a la esencia de la vida, ¿De dónde parte el nacimiento del ‘Mal’ y en qué se sustentó para, en su momento, iniciar la existencia? ¿¡Querer ser cómo…!?
ResponderEliminarEl bien y el mal existen y son fenómenos manifiestos que van adheridos respectivamente a los conceptos de la vida y de la muerte. Sólo saliendo de nuestro particular mundo, que es jaula que encierra nuestro límite del pensamiento, se puede ir más allá de comprender el origen de tales cosas. El hombre, mientras lo sea en este mundo no tendrá opción a ver más allá de tan aparente simple cuestión.
-De mis pensares-