Echar una tarde en familia, en lecturas y en música es echarse en el olvido del paraíso. Es descubrir lo que pierdes en cada instante que no aprovechas con ellos. Es dar un paso más ante la desesperación de reconocer que cada minuto que no estás a su lado es un cúmulo de minutos, de horas, de vida que no vas a recuperar jamás

Comentarios

  1. Las cosas sencillas son siempre geniales. Recordarlas nos hace sonreir.
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27