Resulta que llegan ya estos días, estas semanas, estos meses, en los que uno se va encontrando cansino. Es como si se fueran acabando las fuerzas poco a poco. Te levantas, tratas de recuperar, crees que has recargado, pero las pilas andan viciadas y cada vez aguantan menos.
Son esas fechas en las que el calor te aploma, el año te pesa y la mente positiva se queda en 'itiva'. Aún así agradeces el privilegio de poder sentirte cansado y satisfecho cada día por tener la oportunidad de hacer, de dar, de cumplir, de trabajar.
Hoy me he notado cansado. Hace más de 360 días que no me sentía así.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29