La política no es una 'clase', es una vocación. La política nunca debe ser desprestigiada porque es un servicio público, a la ciudadanía, un servicio a las personas; por ello debe prestigiarse desde dentro hacia fuera.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30