Nos creemos libres, pero no lo somos tanto. Curiosamente estos días reflexionaba sobre esas personas que tanto alardean, o se las dan, de ser defensores de la libertad; esos que se sienten indignados por el sistema que les rodea y del que forman parte. Luego ellos, me equivoco poco, suelen ser los primeros actores que con sus hechos coartan los valores esenciales de la libertad personal de los demás.

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