Estoy obligado a escribir, a compartir cada día en estas páginas virtuales, pellejos, pequeños retales de mi vida. Es lo que puedo dejar al que se asoma y lee.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30