Dice la Biblia que...
"Callad y dejadme que hable yo, y ¡venga sobre mi lo que viniere! ¡Yo tomo mi carne en mis dientes y coloco mi vida en las palmas de mis manos! Aunque El me matara, no me dolería, con tal de defender ante El mi conducta. Y esto me servirá de salvación, pues el impío no se atrevería a comparecer en su presencia. ¡Oíd atentamente mis palabras, prestad oído a mi razonamiento! He aquí que he preparado mi proceso, consciente de que he de tener razón. ¿Quién pretende litigiar conmigo? Porque si, resignado, callara, moriría. Sólo dos cosas no hagas conmigo, y entonces no me esconderé de tu presencia. Aleja de mí tu mano y no me espante tu terror. Después convoca (al debate), y yo responderé, o hablaré yo y tu me replicarás." (Job 13, 13-23)
Comentarios
Publicar un comentario