Querido hijo...

Trata de limpiar tu interior cada día. Destierra todas las impurezas que se depositan en ti tras la jornada y amanece nuevo cada día.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30