Todas las opiniones son respetables, pero lo cierto es que a mi hay algunas que no me merecen ningún respeto. Respeto a la persona, siempre, pero respetar una opinión que atenta directamente contra mis principios -los que tengo, los míos- pues mire usted, NO.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30