Es muy triste contemplar como unas pocas manos pueden derrumbar lo que con el esfuerzo de muchas y muchos años se había construido. Es la teoría de siempre, la del más tonto, no hago nada pero tampoco quiero lo que hacen los demás.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico III. El presente que me vive. Semana 15

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

SIMBOLOGÍA: 'EL OJO QUE TODO LO VE'