Running Getafe y 43: 70.26 km.

Creo que las horas de running serán, a partir de ahora, entre nocturnas, frías y lluviosas. Seguro nada apetecibles para aquellos que nunca lo han practicado y, sinceramente, menos agradables para aquellos que nos desahogamos con estos fantásticos kilómetros diarios. Aún así, de verdad, no dejan de ser esos momentos únicos, que a veces se convierten en algo más de una hora, y que atrapados con la banda sonora que nos acompaña -y deseamos- en nuestros mp3, junto al ritmo de la respiración, acompasado por nuestro latidos del corazón y, cómo no, el dolor de las piernas que sobre el asfalto van dejando volar la imaginación y nuestros pensamientos durante ese tiempo... Con eso basta. Con eso, cuando terminamos, parece lo tenemos todo... así somos.

No me quedo a disgusto con esta semana, me quedo bien.

Descansé el lunes, comienza a ser costumbre junto el sábado. Me dediqué a leer en algunos blogs las críticas a la Carrera Popular de Getafe. Una pena, de verdad así lo siento. Lo escribí y lo comparto: Getafe merece una Popular con la categoría de su ciudad... Eso pienso.

Martes, festividad en Madrid-Capital aunque no en mi lugar de residencia. Aproveché la tarde e hice unos kilómetros en plan relax pero bien. El miércoles ya en salida nocturna, tarde, aumentando algo más el ritmo y con ganas de seguir. Jueves tocaba día de relax aunque como las posibilidades no eran malas, salí a pasear runneando con ánimo y me comí cerca de 12 km.

El viernes siempre mi día esperado. Trato de comer ligero y llegar pronto a casa. A eso de las 18.30 h conseguí calzarme las zapatillas y me lancé con un recorrido algo más largo. Ahora la noche entra muy pronto, así que la sensación es la misma a estas horas que si sales más tarde. Pero sabes que todavía le quedan horas al día. Me salieron cerca de 16 y a un ritmo bastante bueno. Terminé contento y con unas sensaciones bastante agradables. Es como si la conciencia te quedara tranquila por algo que haces voluntariamente pero te hace sentir bien, muy bien.

El domingo he madrugué. Queríamos correr juntos Clemente y yo. Compromisos con mi enano -que uno también los adquiere- nos obligaban a madrugar. O nos levantábamos de noche para ir a la Casa de Campo -ufff!- a hacer el perímetro y volver pronto a casa o salíamos por Getafe... Finalmente Clemente ha bajado por aquí (algo que agradezco) y nos hemos metido una buena ruta tempranera.

A las 8.20 h comenzábamos nuestro recorrido con un cielo medianamente abierto que, rápidamente, ha cerrado hasta descargarnos lluvia. Pero se nos ha hecho corto, hemos disfrutado, hemos charlado, hemos reído, hemos sudado y a las 10h. terminábamos como nuevos.

No soy dado, ni acostumbro, ni me gusta, salir a correr nada más levantarme. A veces uno quiere hacer todo. No puede ser o puede ser si te organizas e, incluso, sacrificas algo. Así he hecho y ha merecido la pena. Tenía dos posibilidades: estar en la cama una hora más o aprovechar el día. Siento la satisfacción de vivir esos momentos que de otra forma no hubiera sido posible. Me siento bien habiendo alimentado esta disciplina que me hace rebuscar mis límites. Así es. Lo mejor: cuando hemos llegado se levantaba Alex dispuesto ha hacerme cumplir el compromiso: yo encantado, a cambiar cromos al Rastro y sin un atisbo de cansancio...

Y así nos quedó esta semana:

• . Martes 9: 1h:02'.12" 11.48 km a 5.25 min/km
• . Miércoles 10: 1h:08'.31" 13.46 km a 5.04 min/km
• . Jueves 11: 1h:00'.42" 11.57 km a 5.13 min/km
• . Viernes 12: 1h:21'.17" 15.83 km a 5.06 mn/km
• . Domingo 14: 1h:42'.44" 17.92 km a 5.30 min/km

El total de kilómetros de la semana del 8 al 14 de noviembre ha sido de 70.26 km a un ritmo medio de 5.15 min/km.

La semana no ha estado mal. Lo notan mis piernas que se llevan algo más de kilómetros de lo habitual pero, creo, debo ir acostumbrando para a partir de diciembre comenzar con una buena base la preparación del Maratón...