Running Getafe y 21: 71.34 km.


Las semanas running comienzan a ser cada vez más raras. ¿Tal vez cómo yo, tal vez como el clima? No sé, el caso es que entre unas cosas y otras, el clima o el estado anímico, los compromisos de todo tipo o la búsqueda espiritual, el desorden de entrenos o mental, queda reflejado en el día a día. Pero además, esta semana he tenido la oportunidad de comprobar que el estado físico tampoco guarda, para nada, una racionalidad.

Tras el fin de semana anterior, sin hacer absolutamente nada, sin correr ni un kilómetro, comencé esta semana con una salida larga, o al menos más larga de lo normal. Salí con ganas pero no disfruté nada, me costaba mover el cuerpo entero y, sobre todo, las piernas me hacían pof pof como si hubiera estado corriendo 10 días seguidos. Muy raro.

El martes rodé una hora tranquilo, pensando que el miércoles volvería a salir con brío... Creo que el exceso de ansia lentejera, o yo que sé qué leches, me tuvieron con mal estar no sólo el miércoles sino el jueves también. La verdad es que había comenzado la semana con malas sensaciones físicas pero con ganas de hacer kilómetros, todo se estaba torciendo... Tampoco debo obviar que sobre todo el miércoles diluviaba en Madrid (¿excusa?).

El caso es que el viernes comí prontito, sin compromisos, y me marché a casa con el ánimo de recuperar esos kilómetros de la semana y, sobre todo, sentir si las piernas respondían o es que andaba algo flojo... Hice una tirada larga, casi un medio maratón, a un ritmo tranquilo pero disfrutando muchísimo. Hice el recorrido largo de Getafe, prácticamente el perímetro de la ciudad, pasando por Polígono de los Ángeles, cruzando al Sector III para bajar por El Bercial ya hacia Getafe Norte. Salieron unos buenos kilómetros, las piernas respondieron de forma extraordinaria y mi cabeza trató de ordenar muchos de esos pensamientos que me van persiguiendo últimamente. Fantástica sensación...

El sábado troté un poco con A: él en bicicleta y yo corriendo. Paró de llover a eso de las 18.30h y como pensaba que la salida del domingo no se iba a producir (el primo Clemente viaja a China hoy y debía organizar sus cosas), decidimos salir a dar un paseo (nunca mejor dicho) para que nos diera un poco el aire. Menos mal que fue un simple trote de 6 km a un ritmo de casi 6 min/km ya que por la noche tenía un mail de Clemente invitándome a una salida en la Casa de Campo el Domingo a las 9h. No pude resistir la oferta, ¿por qué no?, a 'morir', no hay dolor, y a las 8.30 h de ayer, algo cansado, estaba en la Casa de Campo.

La salida de domingo ha sido sorprendente. Pensaba iba a estar machacado, cansado, que me dolerían las piernas, las vísceras, el alma (me duele constantemente), todo... pues he de decir que, aunque fue duro, disfruté casi como nunca. Mi primo iba fresco, tranquilo, pensando en su viaje - algo nervioso por la experiencia- pero deseando de despedir la semana con una buena carrera. Yo iba respetuoso con los kilómetros y el recorrido que ya conocemos que - al menos para mí- es bastante duro.

Creo que ha sido la primera vez que hacemos tantos kilómetros hablando. Fuimos a un ritmo muy tranquilo, disfrutando, respetuosos y prestando atención al suelo lleno de barro y peligroso por resbalones. Pero hemos ido charlando mucho tiempo y eso ha hecho que los kilómetros se pasarán casi sin enterarnos. Hemos hablado de todo: de su viaje, de la vida, del budismo, del apego y el desapego, de los momentos que tenemos... Ha sido realmente enriquecedor. Ni él sabe cómo he agradecido esas horas, ese par de horas en las que este clima revuelto decidió dejarnos runnear. Creo que los dioses sabían de mi necesidad por buscar el aliento que te ofrece el correr y el escuchar esos consejos de alguién que te sigue, que te acompaña y que siempre está. ¿Qué sería de mi sin correr? ¿Qué sería de mi sin momentos así? Vaya usted a saber...

Cuando hemos llegado al lago de la Casa de Campo, tras 18 km, nos hemos encontrado con la salida de una carrera. Parece ser que era la VIII la Carrera Popular para la Lucha contra el VIH que bajo el lema, "Anticípate, ¡Ponte a prueba!". Pues allí que nos hemos metido, entre ellos, y el último kilómetro de nuestro recorrido se lo hemos dedicado a la prueba... Divertido, motivador y la mejor forma de terminar esta semana running que, aunque con desorden, no ha quedado muy mal.

Estas han sido mis salidas:

. Lunes 7: 1h:25'.03" 15.89 km a 5':21" km/min
. Martes 8: 1h:02'.42" 11.39 km a 5':30" km/min
. Viernes 11: 1h:41'.13" 18.80 km a 5:23" km/min
. Sábado 12: 37':22" 6.24 km a 5':58" km/min
. Domingo 13:1h:45'.31" 19.02 km a 5':33" km/min

Por ello, y visto lo visto, el total de kilómetros hechos en esta semana, del 7 al 13 de junio, han sido 71.34 km a un ritmo medio de 5':30"min/km. Reconozco que finalmente no ha estado nada mal. La semana próxima bajaré un poco, creo toca descansar piernas....

Ale... a correr!!!

Comentarios

  1. Buffff¡, nivelazo. Con esto que Mapoma tiemble.

    ResponderEliminar
  2. Buenísima semana... no bajas el nivel!

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Es una buena base de kilómetros, manteniendo esto no tendrás problemas en tu primera maraton

    ResponderEliminar
  4. Jodó, menudo nivel¡
    Felicidades por esta semana tan fructifera.

    Gacela

    ResponderEliminar
  5. Buen entreno semanal, si señor...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 29