'Sahara: el pueblo traicionado' por Martín Prieto

Interesante artículo del periodista Martín Prieto publicado en el diario La Razón el pasado 7 de diciembre:



"En 1975 dormía en el Parador Nacional de El Aaiún cuando me despertaron dos reactores españoles en vuelo rasante en una inútil demostración de fuerza. Ni siquiera sabía que estaba haciendo yo allí por cuanto era materia reservada toda la información referente al Sahara entonces español. Enviaba información confidencial para un consorcio bancario con oficina en Zurich que, ocasionalmente, me utilizaba de correveidile. En el norteño puesto fronterizo de Tah concretaba la marcha verde mientras nuestros soldados minaban las arenas pero también sembrando carteles de advertencia en árabe.

El general y gobernador del territorio, Federico Gómez de Salazar, vestido con un chaleco de antílope que le dejaba ver su pecho fornido, era explícito con la prensa sabiendo que no podíamos publicar absolutamente nada: «Tenemos munición solamente para tres días de combate con los moros». Con las venas abiertas aún de Franco la retirada fue infame, salvo el Tercio de la Legión, que al abandonar su cuartel se negó a arriar la bandera, la clavaron al poste, lo talaron y así fue transportada a Canarias.

Los saharauis son Tuareg, eternos nómadas, antaño esclavistas, fieramente orgullosos de su independencia. Nunca tuvieron nada que ver con los marroquíes, a quienes desprecian por sedentarios. Son tan bellos como los etíopes o los somalíes. Cuando en la noche crujen las piedras por el frío repentino tras el ardor del día, como grillos cantando, la mujer se desnuda y se mete dentro del «derrah», la túnica azul del marido, amaneciendo ambos con las pieles azulencas. De allí el sobrenombre de «hombres azules». La globalización hace que los «derrahs» sean made in China y destiñan con el calor del cuerpo.

A Aminatu Haidar le asiste toda la razón prefiriendo morir de hambre en Lanzarote a no regresar a El Aaiún. El canciller Moratinos le ha ofrecido todo menos el derecho a ser lo que es. El pueblo saharaui es el más traicionado del mundo: por España, por Marruecos, por Mauritania, por las Naciones Unidas, por EE UU y también por Francia. Resulta tan hermoso como patético que en los campamentos argelinos de Tinduf se alfabetice a los niños marroquíes tanto en árabe como en español, con mucho más énfasis y sin complejos que en algunas autonomías españolas.

Francia es un interesado socio marroquí. España, la Península, tiene pánico a entregar Ceuta y Melilla al reino alaudita. EEUU tienen a Marruecos como muro de contención al islamismo radical. Y las Naciones Unidas son absolutamente inoperantes desde la guerra de Corea. El pueblo saharaui ha quedado inerme y ni siquiera crea un conflicto armado. Viven el presente, miserablemente, pero sin ningún futuro. Pesan más los fosfatos de Bu Crá, y las posibilidades petrolíferas y pesqueras de la costa, a más del sueño del Gran Marruecos.

Haidar, tirada en el aeropuerto Lanzaroteño es un símbolo que no lo comprenden ni el Presidente Rodríguez Zapatero, ni su ministro Moratinos, ni las feministas tontilocas del Gobierno. Éste socialismo atorrante admite la menor queja ante la teocrática dictadura alauita."

Martín Prieto

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