Llueve...

Llueve

Con ese deseo del que bebe
bañando campos y calles
tejados y cabezas

Llueve

Y desaparecen las sombras
los amargos momentos
las conversaciones tontas
y que son tantas

Llueve

Y tras la ventana
siempre una ventana
en otro amanecer
vacio
en esta tarde
hoy ínfima
acorralado por las nubes
bajo este cielo casi siniestro
que queda
la sonrisa melancólica
que ciega tu mirar
en un despedir de dudas

Y llueve

Tan lentamente como caen
las lágrimas de tus ojos
delimitando
cada uno de esos sentimientos
que marchan contigo
como el día
que volverá
mañana.

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