He conocido lo peor, lo bueno y regular. Me queda, si Dios lo quiere, conocer más de lo mejor, lo malo y sostenido. Pero lo excelente siempre ha estado, y estará, a mi lado; cerca, esperando, aunque ni siquiera lo considere o tome en cuenta y siempre busque lejos. Qué contradicción.

Comentarios

  1. Es bueno parcticar en boble y alquimico arte de convertir lo ordinario en extraordinario...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30