Dice Miguel de Unamuno que...

«A la gloria de Dios se alzan las torres/ a su gloria los álamos,/ a su gloria los cielos, / y las aguas descansan a su gloria/ (...). El reposo reposa en la hermosura/ del corazón de Dios, que así nos abre/ tesoros de su gloria./ Nada deseo,/mi voluntad descansa,/ mi voluntad reclina/ de Dios en el regazo su cabeza/ y duerme y sueña.../Sueña en descanso/ toda aquesta visión de alta hermosura».

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