Cuando escribes crees que te desprendes de algo de ti, que te abandonas o te confiesas contigo mismo o tal vez desahogas en silencio aquello que en voz alta no puedes decir.
Cuando escribes vives más allá de tu vida porque eres capaz de atravesar caminos sin ni siquiera el esfuerzo de andar.
Escribir ¿para qué? ¿para dejar esas huellas del paso a paso? Dejas ese rastro que a veces te persigue cuando te relees.
Tal vez por eso escribo, a veces sin ton ni son, para recordar algún día, cuando olvide quién fui o quién no fui capaz de ser.

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