Creo que los versos son como píldoras que de vez en cuando debemos tomar: no curan pero sanean la mente. Si leyésemos más poesía despejaríamos más la mente y no la tendríamos tan ocupada en cosas superfluas e innecesarias que flotan en nuestro cerebro consiguiendo acartonarlo.

Comentarios

  1. Yo me apunto a esa terapia, los versos són como píldoras vitamínicas que deberíamos tomar a diario.

    Un abrazo
    Marian

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  2. Estoy de acuerdo contigo, aunque para la poesía no siempre esta la mente receptiva, y en esas ocasiones es mejor no tocar ese palo.
    Un saludo.

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