Sólo el ignorante trata continuamente de demostrar a los demás que no lo es. Aquel que por el contrario es sabio, no lo mostrará al resto ya que su seguridad le exime de tal necesidad.

Comentarios

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27