En tu sexo...

En tu sexo
encontré mi nombre,
aislado en un rincón,
entre tantos otros
que habían paseado 
tus milímetros rosados 
por el tiempo y el desamor.

Dejé que me atrapara
y permití que su amargura
abrazara mi vida
como el sol a la tierra,
sembrando el futuro
en un instante eterno.

Pero escandalicé descubriendo
que más allá del sediento
deseo que nos envolvió,
no había lugar para encuentros
ni para más lamentos
y abandoné mi nombre,
entre tantos otros,
en aquel registro confuso
de sentimientos y emociones
de llamas y lágrimas
de juegos y canciones
de palabras y versos...
de ti.

Y ahora lo pienso
en este instante que me abraza
que dejé olvidado allí
algo más que un nombre
algo más que un momento
algo más que la sed
de tu sexo...
dejé olvidado mi recuerdo.

Comentarios

  1. ES QUE SIEMPRE PASA LO MISMO LO HAS DICHO MUY ACERTADAMENTE GRACIAS

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27