Sólo cuando has muerto dejas de tener sueños. Cuando dejas de tener sueños dejarás de tener cosas que realizar. Si cada día te levantas sin tener nada nuevo que intentar hacer, aunque sólo sea el instante, entonces vivirás como un muerto. Vivir como un muerto no es vivir.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27