Llega uno a esas edades
que comienza a conformarse
con muy poco o menos:
o tal vez sólo
lo importante.

Llega uno a esas edades
que parece que todo lo tiene
y a lo mejor,
piensa,
nada le acompaña.

Es como si
de cada uno de los vientos
sólo uno te mueva;
o si de cada mañana
sólo una amaneciera.

Corres
pero casi nunca llegas;
saltas
y nunca subes.

Por eso cada día,
en estas edades
-ecuador si Dios lo quiere-
prefiero perderme
en mis silencios,
imaginar esa sonrisa
que recojo
de cuando en cuando
robandote el aliento
y que me hace pensar
día a día
que existo.

Comentarios

  1. josé luis, qué bello! me ha dejado pensando y sintiendo hondo. abrazos,amigo.

    ResponderEliminar
  2. Un excelente poema, me dejaste pensativo, acerca de esas edades a las que llego y...sigo pensando...

    ResponderEliminar
  3. Son esas edades..por las que no quiero pasar... no me quiero conformar :(

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 25

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 26

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 27