"Probablemente dios no existe, deja de preocuparte y disfruta de la vida".

La mejor publicidad es la del 'boca a boca' -y entiéndase cómo es debido-. Es una regla que confirmo. No hay mejor campaña de comunicación que aquella que genera controversia, crítica, repelús... pero que se habla de ella. Y yo, encima, poniendo mi granito de arena.

Sí, yo también voy a hablar de los ya famosos autobuses 'ateos' de Barcelona. Lo hago mínimamente aunque, desgraciadamente, ya es demasiada cortesía hacer una mera mención.

Libertad, ante todo. Respeto: absoluto. No comparto ni el mensaje, ni el contenido que esconde dicha frase.




De primeras parece chocante que personas que se clasifican como 'ateos', sin dios, dejen una probabilidad, aunque sea mínima, de la existencia de Dios. Pero vuelvo a decir que es respetable tal planteamiento bajo una campaña que posiblemente lo único que esconda sea un negocio como otro cualquiera.

Pero en este breve post simplemente quería dejar una mínima opinión sobre la frase que esconde, desde mi punto de vista, un sentido profundamente 'egocéntrico'. Vivir la vida sin preocupación por nada: estilo de vida egoísta e insolidario. Se puede vivir la vida, claro que sí; disfrutarla, también, al máximo. El instante siempre es importante y el momento también. Pero no puedes dejar de preocuparte, de preocuparte incluso por la propia 'vida'. En el momento que no nos preocupamos por los demás -sobre todo los más necesitados-, en el momento en el que nadie se preocupa por nosotros, es el momento de la soledad del hombre: la más triste y absoluta soledad.


Puedo, debo, podemos, debemos, disfrutar de nuestros momentos, de nuestros instantes vitales, pero sin dejar de mirar a nuestro alrededor. Debemos preocuparnos de nuestras familias, de nuestros amigos, de lo que pasa en la esquina de nuestra calle o lo que acontece en cualquier parte del mundo: hambre, guerras, paro, pobreza, crisis económica, violencia de género, terrorismo... Y no es demagogia ni ganas de incomodar, es una realidad. Si dejamos de preocuparnos entonces es que nos importa un pimiento todo. Eso no es bueno, no es solidario.

¿Creer o no creer? Es fácil vivir de espaldas al mundo hasta que nos 'toca' y afecta directamente. Entonces sí, entonces rogamos, imploramos y lloramos a los 'dioses', sea cuál sea el de cada uno, para que nos ayuden.


Algunos aburridos pretenden hacer caballo de batalla de/contra la religión. Curiosamente la religión ha acompañado al hombre, en sus diversas 'formas' y creencias, desde su existencia como tal, desde que tiene uso de la razón. Y es curioso que según leemos, en estas épocas no fáciles, de crisis, asistamos a una vuelta a lo religioso. Por contra, vemos, asisitimos, en países como el nuestro, a campañas que atacan directamente ésta libertad de 'creer'.

Bien, allá cada uno.
Mircea Eliade lo explicaba diciendo que "Las crisis del hombre moderno son en gran parte crisis religiosas en la medida en que son expresiones de la toma de conciencia de una falta de sentido."


La religión nos ha acompañado a lo largo de la historia. Habremos estado más cerca o más lejos de ella, pero siempre ha estado ahí, en nuestra vida, desde que nacemos hasta que morimos. Se ha ido transformando con el paso del tiempo y, sin duda, debe continuar en esa transformación. Todas las religiones deben avanzar, progresas, situarse en el momento en que vivimos.


Me quedo con la frase de Dostoievski: "Si Dios no existiera, todo sería permitido".

Se puede vivir y creer.

Comentarios

  1. No son los ateos los que dejan una vía abierta a la probabilidad de que Dios exista, sino los agnósticos. Los creyentes creen que Dios existe, los agnósticos dudan de esa existencia, y los ateos creen que Dios no existe.

    Me muero de curiosidad por saber qué anuncian esos autobuses.

    ResponderEliminar
  2. Claro, llevas toda la razón. Por eso resulta curioso que sean los ateos (asociación libre que parece está detrás de esta campaña) los que dejen una mínima posibilidad de que exista.
    Independientemente de que cada uno es libre de creer o no creer en lo que le plazca. Faltaría más.

    ResponderEliminar
  3. Hola José Luis.Vengo a agradecerte tu seguimiento de mi blog.
    Siempre me sorprendo cuando alguien se digna a leerme.Gracias.
    Yo tengo por costumbre enlazar y volver,si no te importa.
    Este tema, me parece bastante absurdo con la que está cayendo...
    Deberíamos preocuparnos de ser buenos,aunque suene infantil,ser personas solidarias y unidas contra la injusticia que se vive, y dejar en paz unas creencias que siempre provocan malestar social y nada más,pues tanto unos como otros van a seguir con sus creencias...¿o no?
    En fin,que el mundo anda mal.Cojea cada vez más y no consigue recuperarse por propia voluntad.O eso me parece a mí,claro.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Los que deben preocuparse son los ateos, los creyentes nos ocupamos y disfrutamos de la vida con mayor fruicción y aspiraciones. Un saludo jose

    http://ahaba-abulafia.blogspot.com/

    http://www.usuarios.com/ib307523/ib307523/vestigios_hermeticos_en_la_basil.htm

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30