Y si de tus lágrimas
pudiera recoger tus adentros
quedarme con lo que sufre
y devolver esas gotas alegres.
Y si abrazara tu tristeza
y apretara hasta embutirme
exhortando todo su mal
y pegando cada pedacito
de belleza...

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30