A veces despierto,
cuando creo que la profundidad
de mis sueños
me ha vencido,
y estoy vacío.


No hay nada:
ni siquiera la oscuridad
que me rodeaba,
ni ese silencio
que me acompañó.
No hay nada:
ni tristeza
ni alegría,
nada,
nada más que mi alma;
ese alma alborotada
que sin práctica gravedad
habita la estancia.


Nada,
sin memoria, sin vida;
sin futuro, sin sueños.


No hay nada.


Nadie que me contemple
que respire cerca
a mi lado
en este mar que suena
apagado,
sin olas;
en este desierto frío,
sin arena...

... en este lugar sin tiempo
del que no sé si su dueño
ni siquiera sea yo.

Comentarios

  1. Jose Luis,es preciosa y conmovedora tu poesía.
    saludos

    ResponderEliminar
  2. Gracias por el comentario 'surfista'. La poesía es instante y momento; el poema gusta, se siente o no se siente y no gusta. Depende. Es algo interior, casi filosofía o, tal vez, ¿filosofía?.

    ResponderEliminar
  3. La poesía es filosofía. Como dice Heidegger es el fundamento de la verdad del ser, donde la poiesis hace aparecer lo oculto.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30