No me gusta admitirlo, pero hay personas que, en determinados momentos, disfrutan generando tensión y haciendo sentir mal a quienes están a su alrededor. Es como si quisiesen romper el buen ambiente. No caer en la provocación, incluso callar, es la mejor opción.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Carta sobre la LEALTAD, a un Amigo leal.-

Diario de un Estoico III. El presente que me vive. Semana 1

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 52