Si tú no paras tu cuerpo, llega un momento que el cuerpo es el que te para a ti. Si necesitas descansar, descansa. Es una buena época para hacerlo.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 34