Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 6
O/9.L
Desarrollar emociones positivas produce felicidad como estado natural. Son emociones sanas. En el budismo esta felicidad es salud mental.
Cada pensamiento cuenta.
Consuelo es un psicólogo, un amigo o un cigarrillo en un momento de pena.
¿Por qué se llama consolador a aquello que te satisface sexualmente? Mal llamado consolador, eso es satisfacción no consuelo.
Ahora has de tener cuidado porque muchos de esos gestos, educados, pueden ser malinterpretados o tratados de machistas.
Siempre he tenido la sensación de que los extremos nunca son racionales, vengan de donde vengan. Un machista lo es y, normalmente, no suele ser alguien educado. Un agresor sexual lo es y, normalmente, no es aquel que da dos besos; a lo mejor es ese que te da la mano y luego se coge una confianza indeseada.
Moriré siendo educado. Nunca nadie me llamó la atención por serlo. Es lo que me han enseñado y es lo que yo trato de enseñar a los que vienen.
¿Sabe un árbol cómo crecer?
¿Sabe una nube cómo flotar?
¿Sabe el viento hacia donde está soplando?
¿Sabe un camino que está yendo a alguna parte?
No sepas cómo vivir.
Simplemente reconoce que tú eres vida, y la vida simplemente es.” Mooji,
En cuanto abran la farmacia de aquí al lado (oficina) voy a comprar una de esas pruebas del COVID. Aparenta ser un resfriado pero nunca se sabe.
Si soy sincero, que lo soy, no he tenido este malestar desde la última vez que tuve COVID, hace ya un par de años. Ni siquiera he cogido un resfriado en este tiempo.
Tenemos el poder de parar esa voz. Solo nosotros. Es cuando el silencio nos habla.
¿Por qué no piensas en el qué pasaría si abandonases ese tú irreal?
¿Quieres no ser?
Somos víctimas de lo que nos hemos inventado.
Somos víctimas de nuestros pensamientos.
Si queremos resurgir, cambiar, depende de nosotros, procede de nosotros.
Somos culpables porque estamos inventando nuestra culpa.
Nada externo a nosotros nos puede dar paz. Solo está en nuestra mano darnos paz, dotarnos de paz. Generar esa paz interior que tanto necesitamos para vivir una vida en plenitud.
Tu progreso depende de ti.
Tu liderazgo procede de ti.
Todo depende de ti.
Reconoce que tus pensamientos te manejan y te llevan por el camino no correcto.
Tienes que querer quererte.
Tienes que desear liderarte.
Eres capaz de cambiar ese momento y esa situación.
La salvación no se encuentra en una copa de vino, en un coche o cargos inscritos en tarjetas de visita. Depende de ti y nada más que de ti, independientemente de lo material.
¿Por qué percibes esto? Porque lo piensas. Si piensas sientes. Tú eres la causa de tu percepción.
Deja de pensar así. O, tal vez, ¿es que lo deseas? ¿Deseas pensar o percibir lo que percibes? ¿Tu soledad? ¿Tu culpa? ¿Tus malos hábitos?
Debemos aceptar que nuestra culpa es una decisión de nuestra mente.
Eres responsable de lo que ves y de lo que sientes.
Lo que tú crees que eres puedes dejarlo de ser.
Sí. Desea, quiere, otro mundo, tu verdadero mundo.
Tienes poder. Tienes que desear cambiar.
¿Cuál es tu deseo?
Leche, esto es fruto del resfriado… o no.
Hace un sol de esos que te empujan a salir al campo que será lo que haré, aunque sea con el ‘moquero’ en mano, como se decía antes.
He estornudado y ha retumbado todo el patio. Las palomas han salido despavoridas. No se escucha nada ni nadie en este día festivo. El repicar de las campanas que anuncian la misa y el zumbido de las abejas alrededor de la lavanda.
Parece que vivimos en un continuo deseo de estar alejados de nosotros mismos. Buscamos estremecimientos absurdos que nos alejan de nosotros, del silencio. ¿Miedo?
Es el miedo a caminar en solitario, a sentarnos en silencio, a encontrarnos de frente con nuestras carencias.
El silencio te obliga a encontrarte contigo.
El silencio te hace creer en ti.
El silencio te busca en el único estado en el que tu ser es capaz de entregarse a ti con la máxima humildad.
Si no somos capaces de relajarnos y disfrutar de nuestro presente, entonces es que realmente tenemos un problema.
Escribir no deja de ser un vivir en el aquí y en el ahora. Escribes en el momento y eres consciente de cada palabra y pensamiento.
Ir dejando por aquí, en estos cuadernos, los momentos, las sensaciones de estos silencios, de estos caminos, es como ir guardando en un álbum de fotos las imágenes de la vida.
Meditar, estudiar, estar en ese completo silencio interior que te aísla del exterior recomendándote que la vida básica es esencial para la paz mental.
He salido al patio a respirar, e intentar llenar mis pulmones congestionados, este oxígeno limpio. Recuperando la semana.
Cuando no se está bien del todo, se está confuso en todo. No pienso ni escribo bien, tampoco apetece.
Leyendo los versos propios, de años lejanos o próximos, uno también lee su propia historia que, sin darse cuenta, va tejiendo en la memoria de las páginas que emborracha.
Un racimo de versos es capaz de embriagar este momento que con sabor a sol, o viento, o lluvia, poetiza cada día. Mordamos esos versos, que nos embriaguen.
El poeta versifica emociones que tan solo la sensibilidad del que se sacude de inverosímiles acciones, de ruidos ajenos, es capaz de sentir.
Hay días que no te apetece más que esconderte en lo poético, alejarte del ruido y buscar esos versos propios, o impropios, que corrijan los caminos de tu mente.
Nuestro poema termina con la vida, porque la vida es un poema que se llena de altibajos y emociones, que reivindica el cultivo del sentimiento en esa esencia desconsolada de sonrisas y lágrimas.
He escrito mucho, por aquí y por allá, sobre el sentimiento poético, sobre la poesía y su emoción. El poeta es ese bohemio, filósofo de la vida, predicador de emociones, sentimientos y vidas.
Deberíamos reconocer que, para muchos, la poesía es el aliento que alimenta el alma.
Hablar sobre la muerte es hablar de tiempo; como el tiempo que me queda de pasar con ellos o el tiempo que no aprovecho para hacer todo aquello que un día ya no podré hacer.
A una forma de ser que no siempre gusta.
A algún que otro éxito.
A ese divorcio que dolió el alma.
A todas esas pérdidas.
A algún que otro Amigo y no pocos enemigos.
Estoy pensando la semana que entra. No será fácil. El evento internacional, las gentes que llegan de uno y otros países. Las tensiones, los nervios. Todo sale.
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