Cada uno de nuestros estados, el cómo nos sentimos, es fruto de nuestra mente, por un lado, y de nuestro comportamiento, por otro. Malamente madrugaremos si hemos trasnochado o mal dormiremos tras una cena copiosa, por ejemplo.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 34