Diario de un Estoico. Lo que el viento nos deja. Semana 28.

 
M/6.L
 
Despierto en Alicante. El clima ni mejor ni peor que el que teníamos en Madrid. Es cierto que esta calidez del levante, se respira.
 
Cena anoche con personas del ámbito académico: profesores y catedráticos. Estoy bastante acostumbrado. Perfiles de alto nivel 'intelectual', aunque las conversaciones se suelen circunscribir a lo suyo.
Me quedé con la reflexión que hizo una profesora universitaria, joven, muy formada, que sentía con frustración el esfuerzo y sacrificio para obtener toda la formación, para terminar cobrando no más de 1.300 euros. Defendía una posición global de la juventud española, aunque comparaba unas profesiones con otras y la desproporción que existe, en este caso. Llevaba razón en mucho, pero no en lo mínimo.
La vida no es fácil para nadie y mucho menos para aquellos supraformados en los que la competencia, en los inicios, es extrema. Todo es cuestión de tiempo, de tener una dirección clara, y no tirar la toalla. Todo llega.
La opción contraria es no dedicarte a lo que te gusta y priorizar lo económico o la comodidad: oposiciones o profesiones más específicas.
Las decisiones siempre nos marcan en un futuro.
Sí estoy de acuerdo en que es la generación posiblemente más formada que va a tener este país, pero la que tiene unas expectativas de desarrollo personal más complicadas.
¿Culpa de quién? De todos un poco.
Que genera desilusión y frustración entre los chavales, pues sí.
 
 
M/7.M
 
No he tenido muy claro, al despertar, ni en qué día de la semana me encontraba, ni tampoco en qué lugar o cama. Son los efectos de los viajes, también del cansancio. Aun así tengo la oportunidad de compartir momentos, ideas y reflexiones con personas de otras provincias o rincones de este bellísimo país nuestro. Personas que, en su mayoría, tienes opiniones diferentes a las mías sobre infinidad de temas y eso, puesto en común, nos va enriqueciendo y abriendo la mente como Ser.
 
Tener una vida más tranquila, una vida con sentido, sin obligaciones de productividad más que en el largo plazo.
Toda mi vida luchando contra mí mismo y mi tiempo, sin conseguirlo. Dominar el tiempo.
 
No pensar en lo que piensan o pueden pensar los demás. No siempre es fácil pero es una gran actitud y recomendación. Nuestras acciones, muchas veces, están supeditadas a o que pueden pensar los otros (compañeros, amigos, pareja, familiares) de tal o cual hecho o acto. Pocas veces lo hacemos pensando en nosotros, al menos yo.
A mí me pasa a menudo. Trato de cumplir con todo el mundo. Incluso me preocupo por todo el mundo, lo que pudieran pensar o no. También es cierto que uno debe de asumir su lugar en la tierra, para él mismo y para los demás. Nadie nos debe nada, pero tampoco nosotros debemos nada a nadie.
 
 
M/8.X
 
Tengamos en cuenta que no somos una opinión y la vida tampoco lo es. Seguimos enfadándonos, discutiendo, tensándonos por las diferentes opiniones. Una opinión puede nublar nuestra mirada cuando observamos lo que sucede a nuestro alrededor. Nos creemos dueños de una verdad que no tiene por qué ser. Creemos que sin nuestras opiniones el mundo no existiría.
 
Liderazgo no es estar a cargo. El liderazgo trata de cuidar a las personas que están a nuestro cargo.
 
Trabajar nuestro juicio y percepción.
Terapia Cognitivo Conductual (TCC) que se centra en cuestionar nuestros pensamientos, indagar en lo que pensamos de todo, no creer lo primero que se nos ocurre.
En la filosofía estoica nos encontramos que para lograr la felicidad, la Eudaimonia, lo que debemos hacer es no basar esta felicidad en los resultados de nuestros actos, sino en lo único que depende de nosotros, en nuestra conducta, en las reacciones que tenemos ante lo que nos ocurre. Esto es en lo que tendríamos que focalizar nuestra atención según los compañeros estoicos. La felicidad se logra actuando y comportándonos bajo  la virtud.
Programación Neurolingüística (PNL), se centra en las palabras que usamos. Ejemplo: reemplazar “tengo que” por “puedo”.
Los estoicos son amantes de la razón, se cuestionan internamente.


 
M/9.J
 
Sin palabras.
Cuando no hay palabras en el inicio un día, quiere decir que el anterior fue digno de olvido.
 
Solemos huir de esa ansiedad que nos invade si nos preguntamos si nuestra dirección, la que llevamos, es la adecuada o si debemos abandonar ciertas creencias que nos limitan o equivocan.
“Nos afanamos en nuestro trabajo diario de forma más ardiente y despreocupada de lo que es necesario para preservar nuestra vida, porque para nosotros es aún más necesario no tener tiempo de pararnos a pensar. La prisa es universal, porque todo el mundo está huyendo de sí mismo.” Nietzsche
 
 
M/10.V
 
Ciertas conversaciones, con mis cercanos, me ponen en mi sitio. Me hacen pensar en el privilegio que tenemos los que nacimos aquí, en unas familias aunque humildes, trabajadoras y acomodadas, ordenadas. Privilegio también aquellos que nacimos en esa generación de los 60/80, del siglo pasado. Privilegiados, sí; con valores, también.
No todo se ha ido transformando para mejor.
 
A lo largo de mi existencia, me he preguntado muchas veces el por qué del miedo y qué es el miedo. Tantas veces como veces lo he tenido.
Miedo a enfermar, a morir, a perder el trabajo, a fracasar, a perder a alguien que quiero. Miedo que igual que aparece de repente, marcha de pronto o persiste hasta el punto de paralizarnos.
El miedo es una emoción que nos limita, nos paraliza, nos angustia,  pero también nos pone en alerta por lo que nos obliga a actuar.
Cada uno entiende el miedo a su manera.
Conocernos nos ayuda a descubrir nuestros miedos y cómo manejarlos en positivo.
Tener miedo, ni mucho menos es negativo. Que el miedo te limite, o paralice, sí que puede serlo ya que evita reaccionar.
 
  
M/11.S
 
Hay cosas que ocurren cuando conviertes tu vida en un caos, en un desorden continúo donde el alcohol es una vía de escape que te va destruyendo por dentro y convirtiendo en un adicto sin control. Se apodera de ti y, sin darte cuenta, vas perdiendo las riendas de tu vida.
Escribo esto pensando en un amigo.
Al adicto no se le da bien vivir. Por eso siempre busca algo, lo diferente. Tienes la necesidad de beber para vivir. Cualquier adicción tiene que ver con la soledad. Algo te hace sentirte solo, aunque tengas familia, necesitas beber para lidiar con estar vivo.
No soy quién para dar consejos. Soy menos que nadie y tal vez mucho menos en este caso. De los primeros que gusto y disfruto del buen comer y bien beber. Pero hay una línea. Siempre hay una línea en todo. Cuando esa línea se supera, la caída es cuesta abajo, sin frenos hasta que te estrellas contra el muro de hormigón que hay al final de la cuesta.
Decir las cosas no está de más, tal vez alguien las agradezca.
 
El alzheimer es una enfermedad cerebral que va destruyendo, lentamente, la memoria y la capacidad de pensar. En España afecta a casi un millón de personas.
Era bien pequeño cuando comenzaron las manías de la abuela Eliberia; los olvidos, las rarezas, decían sus hijos y el abuelo. Hasta que esas manías, esos olvidos y esas rarezas se hicieron constantes y cada vez más acuciantes.
Aquél arroz con pollo, que tan bien cocinaba siempre, aparecía blanco porque había olvidado echar el azafrán que le daba ese color dorado. O ir a la tienda y no recordar para qué, u olvidar el camino de vuelta a casa.
Le comenzó joven y vivió muchos años, siempre cuidada, con mimo y amor por el abuelo.
La dureza es el olvido. Olvidarte de quien eres, olvidarte de caminar, hasta de tragar en el final de tus días.
Lo pienso mucho. Creo que también escribo para eso, para no olvidar. Sabemos que como el cáncer, el alzheimer acecha en las familias.
 
No hacer nada, en ocasiones, es el mejor ejercicio para la mente.
 
Pensamos menos de lo que deberíamos. Si pensásemos más nuestras vidas serían diferentes.
 
La desconfianza puede convertirse en el peor de los insultos y errores hacia una persona. Cuando desconfiamos estamos juzgando. Cuando sentimos que alguien desconfía está diluyendo nuestra verdad.


M/12.D
 
Salí a trotar temprano. Dormí bien, descansé y desperté con la mente limpia de pensamientos tóxicos o de esos que te distorsionan.
Al abrir la ventana un sol inundaba el campo que tengo enfrente, así que mejor manera de comenzar el día e ir volviendo, poco a poco, a esa rutina dominical.
 
He pensado bastante, en el campo, del amigo. Su situación, que no es muy diferente a la de muchos, pero sí lo es en el sentido de que, aparentemente, no le falta de nada en la vida. Aparentemente.
Cuando se toca fondo solo te queda subir hacia arriba. Dar con la cabeza en el suelo puede ser una gran lección y oportunidad de cambio o, por el contrario, tu perdición si no eres capaz de impulsarte y levantar.
Las circunstancias externas pueden influirnos en la caída, de seguro, pero la mayoría de las veces se debe a elecciones internas y, sobre todo, a no ser capaces de parar y reconocer que podemos tener un problema.
Siempre hay señales.
Nos dejamos arrastrar por el día a día, a veces sin parar, a veces como si no hubiese un mañana; vamos tomando decisiones que influyen de manera radical en nuestras vidas pero también, indirectamente, en las de los que nos rodean.
 
Dejo sonar ‘Limbo’ del elegante, siempre, Bryan Ferry creador del mítico Roxy Music. ‘Limbo’, con ese particular sonido, rítmico, que recuerda aquellos años en los que la música me atrapaba hasta el infinito de los días, suena en directo como parte del álbum ‘Live at the Royal Albert Hall 2020`. Pareciera que este hombre no envejece nunca, al menos su estilo, elegancia y voz. No olvido aquel disco, ‘Avalon’ y su tema ‘More than this’ o ‘Over you’ de ‘Flesh+Blood’. Especial.
Como los libros, la buena música no envejece y va construyendo, poco a poco, la Banda sonora de nuestras vidas.
 
Lo normal es que si no eres capaz de obedecerte a ti mismo terminarás por obedecer a otros.
Si no te dominas, tu compromiso, tu disciplina, tu atención, otros la dominarán por ti.
Si no eres capaz de evitar o resistirte a las tentaciones, terminarás por ser esclavo de los placeres. Controla tus impulsos o cederás a cualquier provocación.
“Cuantos más placeres te capturen, más dueños debes servir.” Séneca
 

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33