Diario de un Estoico. Lo que el viento nos deja. Semana 14

N/28.L

Irte a dormir con preocupaciones es la mejor manera de no descansar en toda la noche.
Irnos a dormir diciéndonos que tenemos en nuestra mano el poder para enfocar y manejar lo que nos espera de otro modo, es lo inteligente.
En ese momento, en el que te acuestas, no vas a poder solucionar nada. Por muchas vueltas que le des no vas a poder cambiar absolutamente nada. Luego entonces, llénate de pensamientos positivos, recupera el control de lo que te dices y duerme en paz. Cuando despiertes, al día siguiente, lo agradecerás.
 
¿Cuál ha sido tu trayectoria hasta este momento?
¿Estás satisfecho?
¿Muchas ilusiones no cumplidas?
Llena tu vida de preguntas incómodas, llenarás tu vida de sentido.
Hacer el camino en línea recta es bastante complicado.
 
El miedo no es real, tan solo existe en la mente que lo hace real.
 
En ocasiones creemos, o pensamos, que nos falta motivación, pero lo que realmente nos falta es claridad.
Cuánto más definido esté aquello que queremos conseguir, más fácil será caminar hacia ello. La falta de motivación es no saber dónde vamos con claridad.
 
“No imagines tener las cosas de las que careces. Elige las mejores cosas que tienes y piensa cuánto las extrañarías si no las tuvieras.” Marco Aurelio
Lo que tenemos es un préstamo que se nos da y, por ello, puede ser reclamado en cualquier momento.
Imagina que pierdes algo que para ti es muy valioso, eso te ayudará a apreciarlo en vez de darlo por sentado.
Memento Mori, recuerda que vas a morir.
¿Morimos un poco cada día? Sí. Despertarte cada día es un regalo y apreciar lo que tienes también lo es.
 
Hay personas, cada vez más, que en vez de pagar un menú, en la comida suele estar entre 12 y 14 euros, piden una o dos cañas y se comen únicamente la pobre tapa que les ponen.
He visto cómo algunos, si les ponen una loncha de salchichón sobre una rodaja de pan, lo envuelven como si fuera un mini bocadillo y ale, el almuerzo del día.
La crisis, la inflación, nos lleva, indudablemente, a apretar el cinturón.
 
 
N/29.M
 
El hambre provoca ansia.
 
El frío de la mañana de hoy ha sido de los que denomino indecentes, de esos que obligan a ponerse abrigo y guantes. Cuando salgo de casa, a primera hora, tengo la sensación que las orejas se me van a caer a pedacitos, mientras mi boca parece una chimenea.
 
Con el paso de los años nuestras vidas se convierten en rutinas. Debemos salir de vez en cuando de nuestra zona de confort, de comodidad, para hacernos crecer, para hacernos valorar más lo que tenemos.
Esforzarte en tiempos buenos es un excelente aprendizaje para cuando toca esforzarse en los malos tiempos.
 
Cuanto menos necesitas, más libre eres. Lo importante de la vida es realmente poco.
 
Cuando tenemos un conflicto, debemos mirarlo de frente mientras ocupe nuestra mente. Debemos reconocer que le estamos dando poder en nuestras vidas, que le permitimos paralizarnos y privarnos de la paz, de nuestra alegría y, por ende, felicidad.
El conflicto es una interpretación, un juicio que se encuentra en nuestra mente.
Nada de fuera nos puede hacer daño a no ser que se lo permitamos.
Somos dueños de nuestras vidas. Decidir.
 
Eunoia: un pensamiento bonito.
 
Zenón de Citio fundó la escuela filosófica del estoicismo a principios del siglo III aC. El nombre de estoicismo deriva del Stoa Poikile, una columna decorada con escenas de batallas que se encontraba en el lado norte del Ágora de Atenas, donde Zenón se reunía con sus seguidores para discutir sus ideas.
Tras Zenón perdura el estoicismo gracias a filósofos que perfeccionaron e introdujeron esta filosofía entre las escuelas filosóficas más admiradas por los romanos. Entre estos filósofos estaban Cleantes, Crisipo, Diógenes de Babilonia, Antipatro de Tarso, Panecio, Posidonio, Cicerón y Catón el Joven.
Cuando Catón el Joven (95-46 aC) muere surge, por decirlo de alguna manera, un estoicismo nuevo o Estoicismo Romano que digamos sería la última etapa del estoicismo.
Aparecen ahora, en esta época, los famosos estoicos, los más conocidos: Séneca (4 aC-65aC), Epicteto (50-130 dC) nacido esclavo, y el emperador Marco Aurelio (121-180 dC).
El estoicismo romano destaca por una vertiente eminentemente más práctica.
 
 
N.30/X
 
Notamos los años en muchos pequeños detalles. Al menos eso me ocurre a mí. Uno de estos detalles es el sueño, las horas que debo dormir para encontrarme pleno. Antes, hace tiempo, con seis horas diarias me bastaba para estar en unas condiciones óptimas, ahora con menos de siete y media no soy yo. Quiere decir que si cuento a las horas que levanto, las 6 h., debo estar a más tardar a las 22.30h. en la cama. Como un niño pequeño, vamos. ¿Cosas de viejo? Puede que así sea.
 
Me puse esta mañana un jersey aparentemente negro que preparé anoche. Después de puesto y mirarme varias veces en el espejo, he creído ver que más parecía azul. Me lo he quitado sin tener todavía claro el color. Necesitaba uno negro, por el pantalón (manías). En este momento, con sinceridad, todavía no sé el color real.
 
Distánciate de tus pensamientos, tú no eres tus pensamientos.
 
 
D/1.J
 
Parece mentira pero hoy comenzamos el último mes del año. Un mes agitado, un mes mágico y un mes en el que solemos repasar y repensar lo que hemos y lo que no hemos hecho, lo que queremos hacer, lo que tenemos y lo que nos falta. Un mes de propósitos para comenzar el año próximo y que luego quedan escritos en un papel o, en mi caso, en las páginas de estos cuadernos.
Pero aquí estamos y aquí seguimos.
 
Comimos ayer los hermanos, los tres, como solemos hacer una o dos veces al año. Deberíamos hacerlo más a menudo, pero los líos de unos y otros nos llevan en volandas, como la vida, sin darnos cuenta de nada.
Los tres tan diferentes pero tan iguales. Hemos crecido con la misma educación, con las mismas creencias, aunque el camino de la vida y las experiencias de cada uno nos van llevando a pensamientos y opiniones diferentes.
Lo importante, siempre, es que la unión y armonía prevalezca en nosotros, que no se rompa por nada, ni externo ni interno.
 
Aléjate imaginariamente de esas cosas y problemas que te preocupan. Míralos desde lejos. Trata de cambiar el foco.
Logra una perspectiva adecuada y define como debes actuar.
 
Pon atención en lo que tienes, sentirás gratitud y plenitud. Si pones atención en lo que te falta te generará deseo y envidia.
Gratitud no es compromiso.
Aprecia lo que tienes mientras vas tras otras cosas que quieres.
 
La tranquilidad permite a nuestra mente encontrar soluciones. La calma es un estado de confianza. Ríndete a ese momento y permítete recibir dirección para lo que no tiene sentido.
 
Aquellas reflexiones que hace más de 2000 años un emperador llamado Marco Aurelio se dedicó a escribir, en los últimos años de su vida y que, en nuestra época hemos conocido como ‘Meditaciones’, pero que no eran más que pensamientos y reflexiones sobre la vida que iba recogiendo en forma de diario, ahora sirven de guía a muchas personas.
Vivimos un momento de crisis e incertidumbre, llevamos años así. Estamos sobrepasados y superados.
Nos ayuda a encontrar la paz y ofrecer otra forma de afrontar el sufrimiento.
Buscar la serenidad.
Contener emociones y sentimientos.
Budismo y estoicismo van de la mano.

 

 
D/2.V
 
Vuelvo a decir, escribir y requeté escribir, que lo que uno escribe única y exclusivamente sabe su significado el que lo escribe, los demás cada uno puede hacer sus propias interpretaciones y, normalmente, son erróneas porque las hace desde su propio punto de vista.
Escribir o no escribir. Escribir pensando en lo que pueden interpretar los demás de lo que uno escribe, no hacerlo o escribir con la libertad de que uno escribe lo que piensa o quiere siempre con el máximo respeto a los demás.
Escribir desde la libertad interior.
 
Anoche jugó la selección española de fútbol contra la de Japón, en el Mundial. Nunca lo hacemos pero decidimos encargar comida japonesa. Antes de llegar el pedido, España había perdido el partido. El japonés, o chino, que nos la trajo, lo hizo con una de esas sonrisas, simpáticas, que quieren decir todo, de todo, menos de nada. La verdad que, además de rico, fue uno de esos momentos divertidos.
 
Cervantes escribió, en una de sus novelas ejemplares, ‘El coloquio de los perros’, que “la humildad es la base y fundamento de todas las virtudes, y que sin ella no hay alguna que lo sea. Ella allana inconvenientes, vence dificultades, y es un medio que siempre a gloriosos fines nos conduce; de los enemigos hace amigos, templa la cólera de los airados y menos precia la arrogancia de los soberbios.”
 
Los estoicos defienden la franqueza como única vía para ser libre, y no sé si eso se puede llevar a la práctica de un día para otro. Una vida en virtud.
 
Sabiduría práctica (o prudencia), justicia, coraje y templanza (o moderación). Cuatro virtudes estoicas.
 
 
D/3.S
 
En Minaya. Viaje tranquilo, reflexivo e inmenso en las preocupaciones que no se van.
No entiendo cómo puede haber personas que se comportan de tal manera que parece les da todo igual.
 
Existía una teoría antigua que clasificaba a los seres humanos en cuatro tipos de seres: el ser sanguíneo (energético, vigoroso), el flemático (reflexivo, tranquilo), el colérico (rápido, activo, irascible) y el ser melancólico (silencioso, sensible, inestable). Tal vez sería un buen momento este para repensar esta teoría que nos clasifica de forma tan humanamente individual.
 
Miro el campo desde la ventana de mi rincón. Son años asomándome desde aquí. Pierdo la vista en el infinito que me dejan esos llanos.
¿Para qué tanto esfuerzo, trabajar, escribir, si mañana podemos no estar en este mundo?
Cada día soy más consciente de la precariedad y la vulnerabilidad del ser humano.
El tiempo se nos agota.
¿Lo aprovechamos bien?
¿Lo vivimos bien?
Parece que todo fue ayer.
He cometido muchos errores, me he equivocado en innumerables ocasiones. Siento mucha insatisfacción por ello, pero aprender y vivir es el paso para la transformación.
 
Acabo de venir de un paseo por el campo. Frío. No estaba acostumbrado a estos vientos, pero es inigualable. Siempre merece la pena.
La madre ha hecho unas gachas para comer. Luego un café con el padre en el Diego. No hemos podido charlar mucho porque los paisanos, por el tiempo que no le ven, se acercan a contarle sus cosas.
Es el pueblo, es la vida.
No se ve mucha gente por la calle, pero haberla hayla. Se quedan en las casas, con el fuego de la chimenea en las cocinillas. A echar somarro, forro y chuletas en las brasas. Vino, botellines. ¿Para qué más? Es el calor del invierno en estos pueblos ansiosos de vida.
 
 
D/4.D
 
Llovió algo en la noche. El cielo amanece entre grises, blancos y algunos azules, como si en un lienzo hubiésemos dado tres brochazos para justificar el blanco.
 
No evito pensar, no me lo permito y no dejo de tratar de buscar soluciones. En momentos críticos no valen los buenismos, ni las sonrisas, ni los optimismos; en momentos así solo valen las acciones.
 
Hay días que converso con mi hermano, o con los amigos, sobre los hijos. Cada hijo, cada chaval, es un mundo, una historia que daría para una novela de esas que tanto abundan ahora, autoficción.
Para todos, lo normal, nuestros hijos son lo más importante de la vida, sean como sean. Creo que un hijo es una preocupación para un padre durante toda la vida.
Unos padres somos más protectores que otros; unos hijos son más o menos gilipollas (entiéndase bien) que otros, según lo mire quién.
Si se cae el hijo del vecino, , eso no es ; pero si se cae el nuestro salimos corriendo al hospital. Si el del amigo suspende, no te preocupes, es normal; si lo hace el nuestro le cae una charla que no olvidará.
Hemos sido hijos, todos. Y hemos sido rebeldes, contestones, desagradables, malos. Y los padres, pues ha habido de todo, como habrá, sobreprotectores, despreocupados, despistados, irresponsables.
Al final de estas conversaciones siempre opino lo mismo. Cada uno trata de hacer las cosas lo mejor posible, como padre y, seguro, como hijo. 
Lo inconcebible es que pasados los 50 te comportes con tus padres como un hijo de puta desagradecido, que los hay, o con tus hijos como si no los hubieses tenido nunca, que también los hay.
 

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