N/28.L
Irte a dormir con
preocupaciones es la mejor manera de no descansar en toda la noche.
Irnos a dormir
diciéndonos que tenemos en nuestra mano el poder para enfocar y manejar lo que
nos espera de otro modo, es lo inteligente.
En ese momento, en el
que te acuestas, no vas a poder solucionar nada. Por muchas vueltas que le des
no vas a poder cambiar absolutamente nada. Luego entonces, llénate de
pensamientos positivos, recupera el control de lo que te dices y duerme en paz.
Cuando despiertes, al día siguiente, lo agradecerás.
¿Cuál ha sido tu
trayectoria hasta este momento?
¿Estás satisfecho?
¿Muchas ilusiones no
cumplidas?
Llena tu vida de
preguntas incómodas, llenarás tu vida de sentido.
Hacer el camino en línea
recta es bastante complicado.
El miedo no es real, tan
solo existe en la mente que lo hace real.
En ocasiones creemos, o
pensamos, que nos falta motivación, pero lo que realmente nos falta es
claridad.
Cuánto más definido esté
aquello que queremos conseguir, más fácil será caminar hacia ello. La falta de
motivación es no saber dónde vamos con claridad.
“No imagines tener las
cosas de las que careces. Elige las mejores cosas que tienes y piensa cuánto
las extrañarías si no las tuvieras.” Marco Aurelio
Lo que tenemos es un
préstamo que se nos da y, por ello, puede ser reclamado en cualquier momento.
Imagina que pierdes algo
que para ti es muy valioso, eso te ayudará a apreciarlo en vez de darlo por
sentado.
Memento Mori, recuerda
que vas a morir.
¿Morimos un poco cada
día? Sí. Despertarte cada día es un regalo y apreciar lo que tienes también lo
es.
Hay personas, cada vez
más, que en vez de pagar un menú, en la comida suele estar entre 12 y 14 euros,
piden una o dos cañas y se comen únicamente la pobre tapa que les ponen.
He visto cómo algunos,
si les ponen una loncha de salchichón sobre una rodaja de pan, lo envuelven
como si fuera un mini bocadillo y ale, el almuerzo del día.
La crisis, la inflación,
nos lleva, indudablemente, a apretar el cinturón.
N/29.M
El hambre provoca ansia.
El frío de la mañana de
hoy ha sido de los que denomino indecentes, de esos que obligan a ponerse abrigo
y guantes. Cuando salgo de casa, a primera hora, tengo la sensación que las
orejas se me van a caer a pedacitos, mientras mi boca parece una chimenea.
Con el paso de los años
nuestras vidas se convierten en rutinas. Debemos salir de vez en cuando de
nuestra zona de confort, de comodidad, para hacernos crecer, para hacernos
valorar más lo que tenemos.
Esforzarte en tiempos
buenos es un excelente aprendizaje para cuando toca esforzarse en los malos
tiempos.
Cuanto menos necesitas,
más libre eres. Lo importante de la vida es realmente poco.
Cuando tenemos un
conflicto, debemos mirarlo de frente mientras ocupe nuestra mente. Debemos reconocer
que le estamos dando poder en nuestras vidas, que le permitimos paralizarnos y
privarnos de la paz, de nuestra alegría y, por ende, felicidad.
El conflicto es una
interpretación, un juicio que se encuentra en nuestra mente.
Nada de fuera nos puede
hacer daño a no ser que se lo permitamos.
Somos dueños de nuestras
vidas. Decidir.
Eunoia: un pensamiento
bonito.
Zenón de Citio fundó la
escuela filosófica del estoicismo a principios del siglo III aC. El nombre de
estoicismo deriva del Stoa Poikile, una columna decorada con escenas de
batallas que se encontraba en el lado norte del Ágora de Atenas, donde Zenón se
reunía con sus seguidores para discutir sus ideas.
Tras Zenón perdura el
estoicismo gracias a filósofos que perfeccionaron e introdujeron esta filosofía
entre las escuelas filosóficas más admiradas por los romanos. Entre estos filósofos
estaban Cleantes, Crisipo, Diógenes de Babilonia, Antipatro de Tarso, Panecio,
Posidonio, Cicerón y Catón el Joven.
Cuando Catón el Joven
(95-46 aC) muere surge, por decirlo de alguna manera, un estoicismo nuevo o
Estoicismo Romano que digamos sería la última etapa del estoicismo.
Aparecen ahora, en esta
época, los famosos estoicos, los más conocidos: Séneca (4 aC-65aC), Epicteto
(50-130 dC) nacido esclavo, y el emperador Marco Aurelio (121-180 dC).
El estoicismo romano
destaca por una vertiente eminentemente más práctica.
N.30/X
Notamos los años en muchos
pequeños detalles. Al menos eso me ocurre a mí. Uno de estos detalles es el
sueño, las horas que debo dormir para encontrarme pleno. Antes, hace tiempo,
con seis horas diarias me bastaba para estar en unas condiciones óptimas, ahora
con menos de siete y media no soy yo. Quiere decir que si cuento a las horas
que levanto, las 6 h., debo estar a más tardar a las 22.30h. en la cama. Como
un niño pequeño, vamos. ¿Cosas de viejo? Puede que así sea.
Me puse esta mañana un
jersey aparentemente negro que preparé anoche. Después de puesto y mirarme
varias veces en el espejo, he creído ver que más parecía azul. Me lo he quitado
sin tener todavía claro el color. Necesitaba uno negro, por el pantalón
(manías). En este momento, con sinceridad, todavía no sé el color real.
Distánciate de tus
pensamientos, tú no eres tus pensamientos.
D/1.J
Parece mentira pero hoy
comenzamos el último mes del año. Un mes agitado, un mes mágico y un mes en el
que solemos repasar y repensar lo que hemos y lo que no hemos hecho, lo que
queremos hacer, lo que tenemos y lo que nos falta. Un mes de propósitos para
comenzar el año próximo y que luego quedan escritos en un papel o, en mi caso,
en las páginas de estos cuadernos.
Pero aquí estamos y aquí
seguimos.
Comimos ayer los
hermanos, los tres, como solemos hacer una o dos veces al año. Deberíamos
hacerlo más a menudo, pero los líos de unos y otros nos llevan en volandas,
como la vida, sin darnos cuenta de nada.
Los tres tan diferentes
pero tan iguales. Hemos crecido con la misma educación, con las mismas
creencias, aunque el camino de la vida y las experiencias de cada uno nos van
llevando a pensamientos y opiniones diferentes.
Lo importante, siempre,
es que la unión y armonía prevalezca en nosotros, que no se rompa por nada, ni
externo ni interno.
Aléjate imaginariamente
de esas cosas y problemas que te preocupan. Míralos desde lejos. Trata de
cambiar el foco.
Logra una perspectiva
adecuada y define como debes actuar.
Pon atención en lo que
tienes, sentirás gratitud y plenitud. Si pones atención en lo que te falta te
generará deseo y envidia.
Gratitud no es
compromiso.
Aprecia lo que tienes
mientras vas tras otras cosas que quieres.
La tranquilidad permite
a nuestra mente encontrar soluciones. La calma es un estado de confianza.
Ríndete a ese momento y permítete recibir dirección para lo que no tiene sentido.
Aquellas reflexiones que
hace más de 2000 años un emperador llamado Marco Aurelio se dedicó a escribir,
en los últimos años de su vida y que, en nuestra época hemos conocido como ‘Meditaciones’,
pero que no eran más que pensamientos y reflexiones sobre la vida que iba
recogiendo en forma de diario, ahora sirven de guía a muchas personas.
Vivimos un momento de
crisis e incertidumbre, llevamos años así. Estamos sobrepasados y superados.
Nos ayuda a encontrar la
paz y ofrecer otra forma de afrontar el sufrimiento.
Buscar la serenidad.
Contener emociones y
sentimientos.
Budismo y estoicismo van
de la mano.
D/2.V
Vuelvo a decir, escribir
y requeté escribir, que lo que uno escribe única y exclusivamente sabe su
significado el que lo escribe, los demás cada uno puede hacer sus propias
interpretaciones y, normalmente, son erróneas porque las hace desde su propio
punto de vista.
Escribir o no escribir.
Escribir pensando en lo que pueden interpretar los demás de lo que uno escribe,
no hacerlo o escribir con la libertad de que uno escribe lo que piensa o quiere
siempre con el máximo respeto a los demás.
Escribir desde la
libertad interior.
Anoche jugó la selección
española de fútbol contra la de Japón, en el Mundial. Nunca lo hacemos pero
decidimos encargar comida japonesa. Antes de llegar el pedido, España había
perdido el partido. El japonés, o chino, que nos la trajo, lo hizo con una de
esas sonrisas, simpáticas, que quieren decir todo, de todo, menos de nada. La
verdad que, además de rico, fue uno de esos momentos divertidos.
Cervantes escribió, en
una de sus novelas ejemplares, ‘El coloquio de los perros’, que “la humildad es
la base y fundamento de todas las virtudes, y que sin ella no hay alguna que lo
sea. Ella allana inconvenientes, vence dificultades, y es un medio que siempre
a gloriosos fines nos conduce; de los enemigos hace amigos, templa la cólera de
los airados y menos precia la arrogancia de los soberbios.”
Los estoicos defienden
la franqueza como única vía para ser libre, y no sé si eso se puede llevar a la
práctica de un día para otro. Una vida en virtud.
Sabiduría práctica (o
prudencia), justicia, coraje y templanza (o moderación). Cuatro virtudes
estoicas.
D/3.S
En Minaya. Viaje
tranquilo, reflexivo e inmenso en las preocupaciones que no se van.
No entiendo cómo puede
haber personas que se comportan de tal manera que parece les da todo igual.
Existía una teoría
antigua que clasificaba a los seres humanos en cuatro tipos de seres: el ser
sanguíneo (energético, vigoroso), el flemático (reflexivo, tranquilo), el
colérico (rápido, activo, irascible) y el ser melancólico (silencioso,
sensible, inestable). Tal vez sería un buen momento este para repensar esta
teoría que nos clasifica de forma tan humanamente individual.
Miro el campo desde la
ventana de mi rincón. Son años asomándome desde aquí. Pierdo la vista en el
infinito que me dejan esos llanos.
¿Para qué tanto
esfuerzo, trabajar, escribir, si mañana podemos no estar en este mundo?
Cada día soy más
consciente de la precariedad y la vulnerabilidad del ser humano.
El tiempo se nos agota.
¿Lo aprovechamos bien?
¿Lo vivimos bien?
Parece que todo fue
ayer.
He cometido muchos
errores, me he equivocado en innumerables ocasiones. Siento mucha
insatisfacción por ello, pero aprender y vivir es el paso para la
transformación.
Acabo de venir de un
paseo por el campo. Frío. No estaba acostumbrado a estos vientos, pero es
inigualable. Siempre merece la pena.
La madre ha hecho unas
gachas para comer. Luego un café con el padre en el Diego. No hemos podido
charlar mucho porque los paisanos, por el tiempo que no le ven, se acercan a
contarle sus cosas.
Es el pueblo, es la
vida.
No se ve mucha gente por
la calle, pero haberla hayla. Se quedan en las casas, con el fuego de la
chimenea en las cocinillas. A echar somarro, forro y chuletas en las brasas.
Vino, botellines. ¿Para qué más? Es el calor del invierno en estos pueblos
ansiosos de vida.
D/4.D
Llovió algo en la noche. El cielo amanece entre grises, blancos y algunos azules, como si en un
lienzo hubiésemos dado tres brochazos para justificar el blanco.
No evito pensar, no me
lo permito y no dejo de tratar de buscar soluciones. En momentos críticos no valen los buenismos, ni las sonrisas, ni los optimismos; en momentos así
solo valen las acciones.
Hay días que converso
con mi hermano, o con los amigos, sobre los hijos. Cada hijo, cada chaval, es
un mundo, una historia que daría para una novela de esas que tanto abundan
ahora, autoficción.
Para todos, lo normal, nuestros
hijos son lo más importante de la vida, sean como sean. Creo que un hijo es una
preocupación para un padre durante toda la vida.
Unos padres somos más
protectores que otros; unos hijos son más o menos gilipollas (entiéndase bien) que otros, según
lo mire quién.
Si se cae el hijo del
vecino, ná, eso no es ná; pero si se cae el nuestro salimos corriendo al
hospital. Si el del amigo suspende, no te preocupes, es normal; si lo hace el
nuestro le cae una charla que no olvidará.
Hemos sido hijos, todos.
Y hemos sido rebeldes, contestones, desagradables, malos. Y los padres, pues ha
habido de todo, como habrá, sobreprotectores, despreocupados, despistados,
irresponsables.
Al final de estas conversaciones
siempre opino lo mismo. Cada uno trata de hacer las cosas lo mejor posible,
como padre y, seguro, como hijo. Lo inconcebible es que pasados los 50 te
comportes con tus padres como un hijo de puta desagradecido, que los hay, o con
tus hijos como si no los hubieses tenido nunca, que también los hay.
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