Nuestra vida, nuestros momentos de felicidad, dependen fundamentalmente de la calidad de nuestros pensamientos. Y la calidad de nuestros pensamientos dependen, muchas veces, del lugar y con quién nos encontramos. Aprovecha esos momentos.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33