Nada de lo que tenemos es eterno, ni siquiera la vida. Confiar en ello es un error básico. Las circunstancias pueden cambiar de un día para otro. Estar lo suficientemente preparados para ese posible cambio es un deber y si nada cambia, será una aportación a nuestro futuro.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33