Diario de un Estoico. Lo que el viento nos deja. Semana 12

N/14.L
 
Como siempre, o casi siempre, con más de una hora de antelación en la estación. Hoy camino de Barcelona.
 
No sé dónde he leído, o escuchado, que el hijo de la señora Pantoja, Kiko Rivera, más conocido como Paquirrín, se ha gastado en los últimos años, sus años de juventud ya que no creo supere los 40, ocho millones de euros en adicciones, vicios. Entiendo por adicciones todo aquello que tiene que ver con lo poco o nada adecuado, drogas, alcohol, fiestas, sexo… Diremos que más allá de estar hecho polvo de salud, ha sido un auténtico golfo. Pero allá él con sus problemas.
La cuestión es el cómo o por qué le viene este dineral a un joven que, evidentemente, poco o nada tiene que ver con la normalidad de los jóvenes. ¿Le ha venido del cielo? No. Le ha venido como regalo, privilegio, de ser hijo de quién es. Él, valorando todo como lo valora alguien a quién no le cuesta nada conseguirlo, se lo ha pulido.
No es más rico quién más tiene, sino quien menos necesita. Es una gran verdad que solo la experiencia, los años, nos enseña. Pero además, el valor, lo que te ha costado ganar lo poco o mucho que tienes, te hace cuidarlo y no malgastarlo en deseos mundanos y momentáneos.
Para un joven hoy, tener una casa en propiedad y un trabajo estable, es poco menos que un lujo. No sabemos si, al paso que vamos, comer caliente o ducharse cada día, también lo será.
 
El hombre aprende de sus errores, pero también puede aprender de los errores de otro. Aprender de los errores de otro es un ejemplo de humildad.
Deberíamos olvidar eso de “a mí no me pasará”, esto es caer en la arrogancia.
Controlemos nuestros deseos, pretensiones y dirección de la voluntad. Eso sí depende de nosotros.
 
“No hagas tus problemas mayores al añadirles tus quejar. El dolor es más tolerable si no le añades nada.” Séneca
 
La alegría no tiene una causa externa, es un estado interno provocado por la paz. Lo externo puede darte placer, pero no alegría.
 
 
N/15.M
 
Decido castigarme a primera hora y salir a trotar un poco por las calles de Barcelona hasta la Barceloneta.
He bajado al puerto justo cuando el sol aparecía sobre el mediterráneo. Ha sido uno de esos regalos espectaculares, espectacular regalo de la naturaleza en pleno noviembre. Encontrarte con el sol, así, en el inicio del día, como flotando en la calma del mar,  merece todo el esfuerzo de estas piernas ya algo mayores.
 
Démonos cuenta de que a veces todo está bien como está y no hace falta cambiar nada.
 
Caminar por Barcelona. Recorrer el Paseo de Gracia desde la Diagonal, esquina dónde se impone la Diputación de Barcelona. Un aire parisino. Vas bajando hacia la Plaza de Cataluña para entrar en las Ramblas donde el bullicio de las gentes te lleva como en volandas hacia la estatua de Colón, no sin tomar ese vino en el Mercado de la Boquería.
Buceo por esas callejuelas de historia hacia la Catedral y me empapo del gótico, que cruzo hacia la Vía Layetana, para luego pasar al Born y embutirme en esos pasajes literarios hasta la Basílica de Santa María del Mar.
Cuántas veces ya por aquí. Cuántos momentos y sonrisas. Cuánta vida hasta hacerme sentir que es una de esas ciudades mías, nuestra, donde lo culturalmente distinto pervive y se agradece desde un respeto que, en mi caso, engrandece.
Si de Madrid recomiendo el libro de nuestro Andrés Trapiello, de Barcelona me quedo con el de Robert Hughes, más allá del magnífico 'Barcelona. El libro de los pasajes' de Jorge Carrión y mi siempre acompañante don Josep Plá.
 
Almuerzo con un amigo.
Tendemos a adaptarnos, tarde o pronto, y no somos más o menos felices, simplemente somos lo que la vida nos proporciona.
Saber vivir con menos cuando has tenido más, es mucho más difícil que saber con más desde menos.
Saber adaptarse a las circunstancias vitales.
No me canso de aprender.
 
Hay que intentar generar los menos enemigos posibles. Ha sido siempre una de mis reglas de vida.
 
Quejarte por algo puede liberarte momentáneamente, pero no sirve de nada. Nada va a cambiar. Es un derroche de energía y, además, genera más estrés.
No te quejes. Acepta lo que no puedes cambiar y busca soluciones para continuar.
 
¿Qué es descansar, para mí? Vivir no preocupado. Tengo necesidad de vivir no preocupándome.


 
N/16.X
                 
Es verdad que cada día las cosas, aunque parezcan las mismas, no lo son.
Un día te levantas creyéndote el rey del mundo y al día siguiente no quieres salir de la cama porque te sientes como una auténtica mierda. Un día piensas que no puede pasarte nada… y luego ocurre de todo. Un día crees que tienes los mejores amigos, que no te abandonarán jamás, y al otro miras y ya no hay nadie.
Finalmente en este mundo estás tú y tus circunstancias, un día arriba y otro abajo.
 
Anoche llegué tarde de Barcelona, eran pasadas las 22.30H. No perdí mucho el tiempo. Saqué la ropa de la bolsa, coloqué todo en su sitio y me acosté a leer tras un largo viaje en tren.
Esta mañana, a las 6h. estaba en pie para volver a coger, tras la caminata habitual, otro tren repleto de muchos que como yo van a los trabajos. Así todos los días.
Algo en este sistema nuestro no me cuadra. No soy más ni menos feliz. Soy un privilegiado, sí, pero no vivo ni mejor ni peor que otros.
 
Muchas cosas que creemos son un problema, simplemente es un temor por algo que podría ocurrir, en un rato, dentro de cinco o nunca. Pospón esa preocupación para cuando llegue el momento.
 
“La mente puede dar la vuelta a cualquier problema y usarlo para su propósito.” Marco Aurelio
 
 
N/17.J
 
El orden en la vida, en todo, es prioritario para poder caminar recto.
 
Filosofía no es igual a autoayuda. Filosofía es igual a cuestionar, a preguntar el qué y el por qué.
 
 
N/18.V
 
Aceptamos ser lo que no somos.
Aceptamos ver lo que no es verdad.
Nos identificamos con lo irreal, con lo temporal.
Hemos caído prisioneros del miedo, del sufrimiento, de la culpa.
 
El 18 de noviembre de 1922 moría en París, con apenas 51 años de edad, ese grande de la literatura, exquisito y mundano, llamado Marcel Proust.
Había nacido en el barrio de Auteuil en París, en 1871.
En 1905 se encerró para escribir la monumental ‘A la sombra del tiempo perdido’.
 
 
N/19.S
 
No teniendo muy claro si lo haya hecho bien, no hemos ido a Minaya. Un poco por el clima pero lo más porque tengo un cansancio físico exagerado. Es como si hubiera pasado un tren por encima de mí.
Caminar, correr, madrugar, trasnochar; comer, beber; preocupaciones, problemas que resolver. El todo y el llegar a todo se hace bastante complicado en estos años que son esos en los que deberíamos estar descargando y buscando la paz.
Eso es lo que tengo pensado en este día: pasarlo en la máxima paz posible.
 
Ser arrogante, ignorante, egocéntrico y sectario, son características de aquellos a los que la mediocridad ha acompañado siempre, junto al mínimo esfuerzo por haber conseguido lo que tienen o el poder.
Nos rodean muchas personas así.
 
Hay quien escribe diarios siempre, con esa disciplina del que pretende narrar su vida para sí, contra el olvido; los hay que escriben cada día como una cuota de terapia frente a los desequilibrios mentales que nos unen a la vida; y los hay que los escriben en momentos de desesperación y crisis como instinto de supervivencia para dejar un testimonio personal de lo vivido en la historia.
 
La mente es fuente de nuestros problemas, pero también lo es de nuestra solución.
 
Manías. Con los años más y más manías que se hacen notar cuando compartes tu tiempo con otras personas.
 
 
N/20.D
 
¿Asocial? A lo mejor, es posible que me esté volviendo un poco asocial: cascarrabias y gruñón.
 
“Si no sabes qué hacer, lo primero es no hagas daño”. Creo que esta cita es de Cicerón y que, además, es adecuada en esta página.
 
El éxito puede ser importante o no. Depende del significado de ‘éxito’ para cada uno. Para unos el éxito será tener mucho dinero, para otros el poder; para algunos la fama y para unos pocos el éxito simplemente es ser feliz en la vida teniendo lo necesario para que además los suyos lo sean también.
Para mí el éxito ha cambiado de significado a lo largo de los años, esos en los que he vivido tanto arriba como abajo. El éxito para mí se ha convertido, simplemente, en vivir tranquilo. Ese sería mi mayor éxito.
La clave del éxito, sea cual sea el que elijamos, sería comenzar a perseguir aquello que deseamos, ser conscientes de ello y aprender todo lo necesario para conseguirlo.
Comenzar hoy con lo que somos y tenemos para conseguir lo que deseamos.
 
Cada día, cuando salgo de casa temprano para ir a la oficina, me pregunto quién soy yo.
¿Te has preguntado alguna vez quién eres?
 
La oscuridad y la luz son hermanas.
 
Tal día como hoy, en 1910, murió Lev Tolstoi, otro grande de la literatura. Murió solo, en el andén de una estación. De camino. De paso.
Dar un sentido a nuestra existencia.
“El tiempo se va, pero la palabra permanece. Por eso, úsala para propiciar la unión y evitar el odio. Primero piensa y luego habla.” Tolstoi
 
Un diario es como una segunda piel. Vas tatuando en cientos de hojas de papel tus pensamientos y sueños. Tu vida.

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