Es cierto que un verso se provoca con muy pocos ingredientes: emoción, sentimiento, vida, paz y alguna sonrisa. En esencia, su valor es eterno porque con muy poco la vida lo es.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30