Si llenamos nuestra cabeza de porquerías como las mentiras, el pesimismo, los miedos y los odios, no dejaremos espacio para soñar, estar alegres, amar, los éxitos y la esperanza. Limpia tu cabeza, déjala vacía de basura; llénala de vida.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33