El agotamiento nos genera inacción. El desánimo nos desmotiva. Cuando nos da bajón no dejemos de movernos, no nos paremos. Busquemos nuestra sonrisa y sigamos hasta encontrar la esperanza, nuestro ánimo y nuestras ilusiones.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30