16.05.2021... Cuatro Verdades!

Creo que han pasado ocho meses desde que he podido regresar a mi casa de Minaya y, por ello, pisar y respirar mi pueblo. 
Ocho meses en los que responsables políticos, por el bien general, deciden que tú no puedes entrar en tu casa por el mero hecho de estar en una comunidad autónoma diferente. No voy a ponerme ahora a realizar una soflama liberal, de derechos fundamentales y libertades pisoteadas con estas medidas, ya ha pasado, estamos aquí, y esperemos no se tengan que volver a tomar medidas así.

Por fin he estado allí, sí. He sentido mi tierra, el viento, el campo, las hierbas inmensas y verdes; he vuelto a despertar con el canto de todos esos pájaros que merodean por los tejados. He recargado la mente, el espíritu y el cuerpo de ese calor, esa vida, ese aroma rural que, simplemente, me gusta.

Me gusta porque solo allí vivo de verdad la sencillez, el bienestar humilde, la belleza del todo por nada.
Hace bien poco, alguien que quiero por encima de todo, me decía que sentía que no le falta nada en su vida, pero no es realmente feliz.

He escrito mucho sobre esto: ¿qué es la felicidad? ¿Qué es para cada cuál? Curiosamente la felicidad no es tenerlo todo, la felicidad está, simplemente, en uno mismo.

Si sufrimos no somos felices. Se puede sufrir por muchas cosas, unas veces con fundamento y la gran mayoría de ellas sin él. El origen del sufrimiento está en nuestra mente. Quiere decir esto que para estar en calma, en paz, felices, no nos queda otro remedio que entrenarla tratando así de eliminar esos estados mentales negativos que nos van y vienen y lo único que nos generan son insatisfacciones.

Nos hayamos inmensos en una vida ajetreada en la que no tenemos tiempo, parece, a detenernos ni tan siquiera para encontrarnos con nosotros y reconocer todas esas actitudes perturbadoras que aparecen en nuestra mente.



No somos conscientes de lo que pasa en nuestro interior. Estamos, vivimos hacia afuera y nos hemos olvidado del interior.

☝️ Silencio. Silencio, por favor.

Busquemos un tiempo de silencio en nuestro día a día. Asimilar lo que pensamos, lo que sentimos.

El silencio se puede encontrar entre el ruido, pero el verdadero silencio, ese que te despierta y pellizca dentro, se encuentra en los caminos, en los campos, alejados de lo mundano.

Todo lo que hacemos tiene sus consecuencias, pero lo que pensamos, a corto o largo plazo, más todavía. Nuestros pensamientos van labrando en nuestra mente nuestra vida, nuestras acciones.

Si hay algo que siempre me ha intrigado es el funcionamiento de la mente. La mente puede controlarnos totalmente y si no nos damos cuenta de ello, hundirnos. Si la mente siembra felicidad, nuestra vida, por lo general, será positiva; si por contrario, genera sufrimiento, nuestra vida será negativa.
Nuestras frustraciones son una gran base de conocimiento. La vida está llena de contratiempos, pero si los utilizamos para aprender, para conocernos, jamás nos desviarán del camino.

Somos responsables de nuestra vida y, por lo tanto, de nuestras desilusiones. No hay que buscar culpables fuera. Examinemos las causas de nuestro sufrimiento.

En budismo hay algo que se llama Las Cuatro Nobles Verdades.

El principio de todo camino espiritual y de toda búsqueda de la verdad es entender correctamente el sufrimiento.

Las Cuatro Nobles Verdades son el fundamento de la filosofía budista y marcan de hecho la iluminación del Buda.

Según la tradición el Buda histórico, Siddartha Gautama, decidió peregrinar por la India en búsqueda de conocimiento saliendo del palacio de su padre, donde estaba resguardado de la realidad decadente del mundo. En una de esas salidas, observó a una persona enferma, a una persona muy vieja y a un muerto: estas experiencias fueron las semillas de una búsqueda que acabaría en la comprensión de que el mundo es esencialmente sufrimiento. Después de aprender todas las técnicas ascéticas de concentración y control mental que podían aprenderse entre las diferentes sectas del subcontinente Indio, y sin estar satisfecho, el Buda decidió sentarse bajo la higuera sagrada (el árbol Bodhi) y no levantarse hasta entender la causa del sufrimiento. Las Cuatro Nobles Verdades son la sustancia de la iluminación del Buda, haciendo lo que hoy podríamos describir como una ciencia interna, basada en una impecable autoobservación.

Y ¿cuales son esas Cuatro Nobles Verdades del Budismo?

1. La vida es sufrimiento.
2. El apego causa sufrimiento.
3. Para curar el sufrimiento, libérate del apego.
4. El Óctuple Sendero te mostrará la salida del sufrimiento.

1. La primera verdad noble: la vida es sufrimiento (dukkha).

Esta primera reflexión llega a ella como buda en base a lo que observó cuando era Príncipe Gautama Shidartay  y luego un monje errante, lo que le enseñó que el único factor que une a la humanidad es el sufrimiento.

Toda existencia en sí misma es insatisfactoria. Todos convivimos con un grado de sufrimiento. Hasta la persona con menos problemas sufre.

Nunca la felicidad es completa, ya que el sufrimiento suele estar presente o amenazante.

Todo comienza con el nacimiento que está marcado con el sufrimiento en el dolor que experimentan tanto la madre como el hijo. A medida que las personas van envejeciendo, su cuerpo comienza a debilitarse y los sentidos se deterioran lo que provoca un sufrimiento.

Y termina finalmente con la muerte que causa gran dolor ya que supone la pérdida de un ser querido

Buda habló de tres tipos de sufrimiento mental.

↗️ La perdida de un ser querido o la separación de las personas que quieres generan un sufrimiento (dukkha).

↗️ La presencia y compañía de personas que te incomodan o te ocasionan stress o personas hostiles y con malos sentimientos también generan dukkha.

↗️ Para otros muchos no conseguir todo lo que se desea le genera un sufrimiento incapaz de controlar y que le puede generar un decaimiento y frustración, también es una forma de dukkha.

La felicidad, como estado exterior no existe como tal. Muchas personas intentan escapar de dukkha llenando sus vidas de placeres pasajeros o irreales; y cuando estos se desaparecen, se quedan frente a una duda realidad.

2. La segunda verdad noble: el apego causa sufrimiento.

Lo primero que genera el sufrimiento (dukkha) está originado en nuestra mente.

Según el Buda, nuestros principales problemas se originan por nuestro delirio o ignorancia; creamos en nuestra mente dificultades.

Todo sufrimiento proviene del apego, la ignorancia y el deseo. Todo lo que se desea generará, en última instancia, infelicidad o insatisfacción. El ser desea y se apega a bienes materiales y a las personas que ama; sin embargo, debido a la finitud humana, tarde o temprano generará dolor.

Enojo

Todas las acciones tienen una consecuencia. La ira nos hace que dañemos de alguna forma a otros seres. Cuando producimos daños a otros estos nos traerá como consecuencia que nosotros también resultemos lastimados; y que a menudo se convierte en una causa de sufrimiento auto infligido.

Ignorancia

La ignorancia atrae sufrimiento a nuestras vidas, porque al no ser conscientes de nuestras actuaciones esto nos conduce a tener problemas.

3. La tercera verdad noble: curar el sufrimiento y libérate del apego.

Después del descubrimiento de estas dos verdades por Buda, este pasó luego seis años más en la contemplación de la naturaleza del sufrimiento. Y al lograr su comprensión surge la Tercera Noble Verdad.

En ella, el Buda ofreció un mensaje de esperanza, que al eliminar el odio, la ignorancia de nuestras vidas y liberándonos de cualquier tipo de apego, se puede lograr el fin al sufrimiento.

Tenemos que aprender a dejar de aferrarnos a personas, cosas o ideas. Si logramos conseguir este desapego eliminaríamos la principal causa de nuestro sufrimiento.

El Buda enseñó podemos alcanzar una gran dicha y que está más allá del sufrimiento. Que la felicidad la iremos experimentando en mayores niveles a medida que prendamos a eliminar las causas del sufrimiento.

Hay otros beneficios de conseguir la liberación del sufrimiento: se puede vivir más feliz, sin problemas por cualquier  tipo de negatividad.

Al final de este camino, cuando desaparezcan el apego, el deseo y la ignorancia por completo, se puede lograr experimentar una plena alegría que experimento Buda.

4. La Cuarta Noble Verdad: El Óctuple Sendero te mostrará la forma de salir del sufrimiento.

Después de comprender cuál es la verdad del sufrimiento (Dukkha) en la vida, su causa y cesación, el Buda procedió a explicar la última Verdad: el Noble Óctuple Sendero.

Como se sabe Gautama Shidarta, había vivido una vida de lujo y placeres sensuales, que por si sólo no nos podían salvar del sufrimiento.

Luego, había vivido la vida rigurosa de un asceta y se había dado cuenta de que esto tampoco era el camino que conducía a la liberación espiritual.

Y por lo tanto, el Buda enseñó que el camino que debemos recorrer hacia la liberación del sufrimiento no se encuentra en estos dos extremos, sino en la moderación, una filosofía que se conoce como el Camino Medio.

El Noble Óctuple Sendero se expande sobre esto, se establece un sendero en el cual uno debe caminar hacia el cese de dukkha. 

Esto, más que una doctrina es una lista de pasos que se deben seguir y practicarse activamente si se quieren obtener sus frutos:

Comprensión.
Pensamiento.
Palabra.
Acción.
Ocupación.
Esfuerzo.
Atención.
Concentración.

Todas las acciones mencionadas deberán realizarse del modo correcto si se quiere alcanzar el Nirvana. Es la manera de recorrer perfectamente el conocido Noble camino óctuple, para alcanzar la paz interior.

☝️¿Qué esperamos?🌞

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