A lo mejor infravaloramos lo que tenemos y sobrevaloramos lo que no tenemos. 
Y así no disfrutamos de la vida. La vida se disfruta valorando lo que tenemos y somos. Nada más.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 33