16.07.2019... Sigue!

Dicen que los consejos o pensamientos que vierto por aquí no sirven de nada porque son pura teoría. Definitivamente es correcto. 

Es correcto porque todo aquello que queda en la teoría, que no se lleva a la práctica, no deja de ser humo. Lo difícil es la práctica, el hábito, la acción. La palabra se construye con facilidad.


Pasar a la acción es lo más difícil o lo más fácil, depende. Depende de uno mismo. Todos tenemos la misma capacidad de hacer: dar un primer paso. De nada vale lamentarnos, de nada vale culpar a los demás, de nada vale sumirnos en la oscuridad permanente, culparnos de nuestra situación; de nada vale quejarnos. Sólo es válida la acción. Por eso, es verdad, todos estos escritos míos, muchos de ellos absurdos, si no se experimentan no valen para más que entretenerte o dormirte mientras los lees. O, en su caso, reír.

En la vida no existe una certeza. Mañana es mañana, no sabe nadie qué ocurrirá, ni siquiera sabemos si tras acostarnos esta noche nos levantaremos. Por eso es tan importante no dejar nada para mañana.

Lo más inteligente, por tanto, es no dejar de hacer hoy todo el bien que podamos, lo mejor de lo que debemos hacer, intentar lo que debemos intentar.

No es importante dónde estamos, sino la dirección en la que nos movemos. Muévete cuidando lo más importante de tu vida: tus valores, sin olvidarte de cuidar tu autoestima, tu confianza y tu felicidad. Actúa con integridad.

A veces pensamos que todo ha caído. Otras veces vivimos circunstancias que nos parece imposible superar.

Si nosotros no caemos, nada cae. El exceso de preocupación no lleva a ningún lado. Si tú caes, todo se cae.

Siempre hay que seguir caminando, siempre hay que seguir adelante, siempre. Aunque te inunde la decepción, sigue adelante.

Con el tiempo lo que hoy es difícil mañana puede ser una realidad.
Sé optimista y pelea por lo que realmente te llena el alma.
Ten la virtud de saber esperar. Todo lo que deba ser será.
Busca motivación. La auténtica motivación está en tu interior.


Si tienes miedo, que el miedo no te detenga.
Si te caes, levántate del suelo con la cabeza alta y mirando hacia el frente.
Si tienes miedo, que no te detenga.
Si cometes un error, asúmelo.
Si lloras, vuelve a sonreír.
Si te has equivocado, pide perdón.
Si necesitas ayuda, pídela.
Si te insultan, levanta la cabeza.
Si te sientes solo, encuéntrate.
Si pierdes, aprende.

Comentarios

Por si te interesa...

Padre Nuestro en Hebreo

Cinco maneras de organizar un libro de poemas.

Diario de un Estoico II. La posibilidad de lo imposible. Semana 30