04.05.2019... Reflexiones de una tarde de mayo!
No sé por qué llegaba esta tarde a la conclusión de que en la vida no hay nada fácil, que hay cosas que las hacemos más difíciles de lo que son y que cada etapa es un reto.
Todo son obstáculos, hasta lo que creíamos fácil o aquello que no debería ser complicado. Todo depende de cómo lo veamos. Si hay dos caminos siempre elegimos el más difícil y así vamos llenándonos de cicatrices, unas que se cierran y otras que permanecen abiertas por tiempo.
La vida de cada uno es un camino por el que se puede correr, pasear o simplemente mirar el horizonte quietos. Se puede avanzar o no. Pocos son los que se quedan quietos, pero los hay.
Tener el coraje y el valor de salir ahí fuera, enfrentarnos a cada uno de los obstáculos que se nos presenten, hacer el camino, atravesar túneles, subir y bajar, elegir direcciones cuando pensábamos lo llevábamos todo andado, saltar charcos y sortear obstáculos. La realidad a veces nos supera y nos provoca miedos.
Subir cada peldaño de la vida es un esfuerzo, pero con la satisfacción de saber que el riesgo siempre habrá merecido la pena.
Hay una cita por ahí, de esas que no tienen nombre, que dice que
"un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama, sino en sus propias alas.”
Todo lo que surge en nuestra vida surge desde el Ser, pero si hay un rechazo y una no aceptación... es la mente la que nos dirige y es ahí cuando empezamos a sufrir. Somos nosotros los que sufrimos ante aquello que se nos presenta.
Eres la proyección a través de la cual se percibe un mundo externo a ti. Eres una ilusión de ese mundo del que crees ser parte. Ese mundo no existe. Despierta y vuelve a la realidad que es tu realidad.
Cuando dejas de culpar a otros por tu sufrimiento, te haces responsable y comienzas a cambiar, pues sabes que eres tú quien debe hacerlo.
Tras las dificultades siempre hay una experiencia reparadora.
Los que buscan solo tener emociones positivas viven en el absurdo porque no todo en la vida es positivo e incluso te diría que lo negativo, si no nos machaca, nos hace crecer.
Sentir las emociones negativas y aceptarlas es absolutamente adaptativo y necesario para gestionarlas bien.
El éxito es aprovecharnos de la energía que generan estas emociones y saber pasar a la acción.
Si sabes lo que no quieres, ya estás más cerca de saber lo que sí quieres.
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