Negado a ver...


Me he negado a ver
el horizonte de este honrado paisaje
intuí que el alma perturbaba
la mirada en percepciones siniestras.
En la noche comprendí
que no estamos preparados para encontrarnos
con aquello que se hace innombrable.
Desperté en el azul de la vida
el manto verde que cubría
esas imperfecciones que el firmamento,
nocturno, escondía
luz que habilitaba el Ser
que en esencia y consciencia
descubría de nuevo,
otra vez.

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