21.05.2018... Las circunstancias!
Los lunes, en mi caso, son algo extraños. Salto de la cama en cuanto despierto, con ganas de comerme el mundo, aunque a veces cueste superar los obstáculos que aparecen en el camino.
En los últimos tiempos, me acuesto el domingo apretando los ojos para que amanezca cuanto antes y comenzar así una semana que podrá llenarse de sobresaltos, de éxitos o fracasos, pero siempre de vida porque es la vida lo que se nos ofrece cada mañana.
Y así, una vez que doy las gracias por el privilegio del nuevo día, me inyecto en vena cerebral una buena dosis de ánimo, valor y entusiasmo para superar cada barrera o alcanzar cada uno de los objetivos que me planteo.
Y todo es esfuerzo; todo es esfuerzo y compromiso.
Siempre hay un objetivo que perseguir y ese objetivo supone cambios.
Para cambiar tienes que tomar una decisión y comprometerte.
Solo con decisión y compromiso superarás todos los obstáculos y no darás nunca marcha atrás.
El primer pensamiento que he anotado esta mañana en mi cuaderno ha sido este: el error o el fracaso no te pierden, te ganan. Solo se pierde aquello que no se quiere recuperar. Un fracaso es un trampolín que te hace valorar lo esencial y te impulsa para volver a encontrarte con lo importante.
Aprender de los fracasos. Los fracasos son una oportunidad para detectar obstáculos.
Si somos capaces de detectar los obstáculos que nos llevan a fracasar, podremos evitarlos. Normalmente todos sabemos dónde están, solo tenemos que encontrarlos y manejarlos.
Para cambiar quién eres tienes que cambiar tus creencias.
Todo está por venir, nada está perdido. Cree en ello.
Cualquier cosa que sucede en nuestras vidas influye para bien o para mal en nosotros. Respalda creencias negativas o positivas. De ahí que seamos capaces de enfrentarnos con coraje a nuestras emociones buscando aquello que nos motive y no lo que nos paralice.
Una adversidad te hunde o te hace más fuerte.
Hay creencias que nos detienen pero creencias que sirven de palanca de cambio.
Si estás comprometido en cambiar algo ve a por ello.
Las circunstancias pueden condicionarnos por un tiempo, pero no eternamente. No somos una circunstancia, nosotros somos la posibilidad de cambio. Las circunstancias nos pueden parar, nos pueden hacer pensar y son el principio de un comienzo, no el principio del fin.
No te arrepientas.
No te creas menos de lo que eres.
Utiliza, apodérate de esas circunstancias que puedan ser negativas. Aprende y resucita.
A veces vemos el mundo como desearíamos que fuera y no como realmente es. Míralo tal y como es.
Ante un hecho concreto, una crisis o adversidad, debemos enfrentarnos a los hechos tal y como son antes de tomar cualquier tipo de decisión. Una decisión mal tomada, con prisas, sin pensar, puede provocar daños irreparables.
Debemos saber dónde estamos. Ese es el punto de partida.
Para avanzar lo primero es saber el lugar dónde nos encontramos. Situarnos en el sitio. Analizar qué podemos o debemos hacer. En segundo lugar dar el paso. Las circunstancias, ese momento tal vez desagradable, nos tiende a bloquear pero la decisión es lo que nos lleva directamente a nuestras metas. Sólo hay que actuar pero nunca sin antes pensar en dónde estamos y a dónde queremos ir.
Para avanzar lo primero es saber el lugar dónde nos encontramos. Situarnos en el sitio. Analizar qué podemos o debemos hacer. En segundo lugar dar el paso. Las circunstancias, ese momento tal vez desagradable, nos tiende a bloquear pero la decisión es lo que nos lleva directamente a nuestras metas. Sólo hay que actuar pero nunca sin antes pensar en dónde estamos y a dónde queremos ir.
Las circunstancias cambian constantemente.
Hay momentos en los que sentimos tristeza o las circunstancias nos provocan decaimiento. Ese es justo el instante de demostrar lo que somos. Es el momento de levantarte, reponerte, decidirte, cambiar y salir.
No dejes nunca de ilusionarte. comenzar cada día es una ilusión.
Tenemos objetivos, sueños y no llegamos por no intentarlo.
Hay momentos en los que sentimos tristeza o las circunstancias nos provocan decaimiento. Ese es justo el instante de demostrar lo que somos. Es el momento de levantarte, reponerte, decidirte, cambiar y salir.
No dejes nunca de ilusionarte. comenzar cada día es una ilusión.
Tenemos objetivos, sueños y no llegamos por no intentarlo.
No vamos a vivir eternamente así que mejor es aprovechar el tiempo y lugar por aquello que queremos o creemos.No pierdas el tiempo. No dejes que la circunstancia te pueda.
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