25.02.2018... No lo entiendo ni yo...!

Ahora que me encuentro frente a la pantalla del ordenador, en blanco, buscando en la escritura ese momento de despertar conmigo, de desahogo y libertad, imaginaba cómo llenar de color la página. 

Entonces ha aparecido una imagen, una de esas creaciones que comparte de vez en cuando mi primo JA desde su Argentina. Y así es, casualmente la pantalla se ha llenado de color.


Llenar de color instantes, de versos, de sonrisas debería ser nuestro objetivo vital desde que levantamos hasta que dormimos.

Llevo semanas sin salir a correr. Llevo semanas en las que los viajes profesionales, unidos a los vitales, me llevan de un lado a otro, de la geografía de España y de la geografía mental.

Si escribo porque escribo, si me leen porque me leen; si pienso porque pienso, si callo porque no hablo y si hablo porque no callo. El caso es que hay momentos en la vida de cada uno que deben servir para parar, para bajar el ritmo y autoconfirmarse como Ser. Una vez que te autoconfirmas, continuar y Estar.
Seguro que el mundo no es la interpretación que hacemos de él. 
¿Quién gobierna nuestras vidas? ¿Nosotros o nuestros mitos, religiones o creencias? ¿Tomamos nuestras propias decisiones o decidimos conforme lo que piensa el resto o espera de nosotros? Parece que vivimos en una sociedad que nos domestica desde que nacemos.

Estamos continuamente tratando de complacer a los demás y pensando que, si en algún momento, nos saltamos esas normas que otros nos establecen, lo primero que debemos hacer es castigarnos nosotros mismos.

Si no hago deporte en un tiempo, porque mi cuerpo no me lo pide, lo rechaza, por el motivo que sea, no debo culparme por ello.

Si necesito caminar más lento, o incluso retroceder para buscar la dirección adecuada, tendré que hacerlo incluso en contra de los que me obligan a apresurar y buscar mis resultados en cada decisión que tomo.

Creo que cada uno de nosotros se inventa su mundo y una vez que se lo ha inventado, trata de trasladarlo al resto, pero ese resto se ha inventado el suyo y así sucesivamente. Los hay que consiguen persuadir e ir atrayendo a su mundo a otros, a esos que no son capaces, o no quieren, o no desean inventarse el suyo, pero en el momento en el que son conscientes de que no viven en su mundo, sino en la invención del otro, entonces se revelan porque creen que los otros son los culpables de vivir en un mundo que no es el suyo.

¿Por qué no somos conscientes cada uno de lo que queremos y simplemente tratamos de vivirlo sin importarnos lo que piensa el resto? Me encantan esas personas que tratan de cambiar lo que no aceptan. Que se enfrentan con valentía a decisiones que, a veces desde el dolor, buscan ese cambio que rompe con la norma establecida por el resto.

La vida solo es el Ahora. Cada experiencia que vivimos en el Ahora se convierte en una de las mejores lecciones de nuestra vida.

Creo que somos demasiado duros con nosotros mismos, que nos juzgamos y castigamos hasta hacernos daño y ese daño, que se va acumulando en nuestros interior es, posiblemente, el daño más irreparable porque es el daño que nos agrieta el alma.

Por eso creo que tan importante es no juzgarnos como tampoco juzgar a los demás. Cada uno de nosotros es un mundo, es su propio mundo envuelto en creencias, cultura, miedos o, simplemente, complejos. Tu Mundo.

Debemos vivir en paz y aprender a gestionar nuestras emociones desde la serenidad.

Últimamente, me encuentro en demasiados instantes reflexionando y analizándome, exigiéndome o buscando entre mis entrañas el que soy. Es un ejercicio tremendamente duro que recomiendo.

Plantearse objetivos en la vida requiere, primero, saber quién es uno mismo. Escudriñar en nuestro interior, en las miserias de cada uno para así limpiar todos esos escombros que vamos acumulando en nosotros.

Y en este ejercicio, vital, te das cuenta que necesitabas parar de correr, de acumular kilómetros, para que la velocidad no te hiciera pasar de largo los desvíos hacia la dirección correcta.

Qué curioso, lo que uno llega a escribir si se deja llevar por una pantalla repleta de colores.

No lo entiendo ni yo así que, a ver si lo entienden otros. 

Música por favor…

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